La caída demográfica amenaza el futuro de decenas de colegios rurales gallegos

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOAN A.SOLER

Los concellos tratan de captar matrículas en estos centros para evitar su cierre

01 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

En el colegio de infantil y primaria de Toques están relativamente tranquilos. Este año tienen 30 alumnos en infantil y primaria que reparten en tres aulas. Admiten que cada año «van baixando», y aunque el criterio general para cerrar un centro por parte de la Consellería de Educación es que no llegue a los seis alumnos, «ás veces pechan colexios con máis de seis, depende da inspección», dicen.

Cada año, decenas de colegios repartidos por el rural gallego viven durante el período de matrícula la misma incertidumbre: ¿Seguirá abierto el centro el próximo curso? Ya quedan menos unitarias, pero aun así siempre cae alguna. Este año hay varias en la picota. Una es la de Boebre, en el concello de Pontedeume. Sus nueve alumnos se convertirán en cuatro el próximo curso, lo que da poco margen para su viabilidad. El Ayuntamiento ha puesto en marcha una campaña en Miño y en el propio concello de Pontedeume para lograr más alumnado. La escuela de Ombre, del mismo municipio, se salva. El año que viene tendrán ocho niños.

En el CEIP Merelle, en Ordes, ahora ya una unitaria, empezaron este curso con diez niños, se marcharon tres, y de cara al próximo curso se irán otros tres. Esto deja el centro con solo cuatro matrículas, lo que supondría el cierre. No obstante, desde el Concello confían en que dos niños que viven en el área de influencia vayan a ese centro, pese a que han pedido plaza en otro.

A veces estas iniciativas dan su fruto. La unitaria de Monte da Vila, en O Grove, se quedaba el próximo curso con cuatro escolares al irse cinco de sus nueve estudiantes. Los padres hicieron una campaña de publicidad y han conseguido tres nuevas matrículas, garantizándose un año más.

Educación mantiene como cifra para evitar el cierre de una unitaria los seis alumnos. No es una norma rígida, ya que por ejemplo, la escuela de Sedes, en Narón, se abrió con cinco y el próximo años los responsables están tranquilos porque tendrán seis escolares.

Es curioso como estas escuelas se enfrentan cada año al reto de lograr la matrícula suficiente. Incluso pasan por cursos en los que su supervivencia está en peligro, y después logran alumnado. Por ejemplo, hace dos años las escuelas de Covas y Agrón, en Ames, temían su cierre. La de Agrón, de hecho, echó el candado cuando se jubiló su profesora. La de Covas sigue en pie. Y lo hace con quince alumnos, un número más que suficiente. El próximo tendrá 14. Hay de hecho tres familias que acudieron al centro «non porque fosen desta zona, senón porque buscaban unha unitaria», dicen en la escuela.

En la de Aro, en Negreira, todavía tienen margen. Habrá trece niños el próximo curso. Nunca suelen tener problemas de matrícula, aunque este año es el que tienen menos pequeños. En las comarcas de Deza y Tabeirós no temen el cierre de centros, pero los niños de tres años llegan a cuentagotas. Al cole de Cerdedo llegarán tres nuevos, lo mismo que al de Soutelo de Montes de Forcarei. En el de Merza, en Vila de Cruces, solo solicitó plaza un niño, al igual que en Dozón. La escuela rural sigue, pero con dificultades cada año que pasa.

Un total de 944 niños de tres años no estudiarán en la escuela elegida por sus padres

Mientras algún concello emprende campañas para ganar una o dos matrículas más que evite el cierre de una escuela, otros niños no logran plaza en el colegio que querían. Lo cierto es que hay padres que ya no solicitan plaza en un centro en el que su hijo no tiene opciones de entrar, pero de los que lo hacen, 944 niños de tres años no han sido admitidos para el próximo curso. Son más del 5 % del total de los matriculados en cuarto de infantil y se concentran en las ciudades.

A Coruña es desde hace años el concello con más problemas. Uno de cada diez niños no entran en el centro que querían. En Pontevedra lo logran menos del 93 % y en Ourense en torno a esa cifra. Ferrol es la urbe en donde un mayor porcentaje de escolares de tres años entran en el centro elegido en primera opción, más del 97 %. Este año se han presentado 18.108 solicitudes en centros públicos y concertados de niños de cuarto de infantil, y la oferta de la Consellería de Educación se acerca a las 29.000, lo que implica que más de diez mil quedarán vacantes. El problema es que la demanda se concentra en determinadas urbes y en colegios concretos, muchas veces por la oferta de servicios complementarios que ofrecen.

Información elaborada con aportaciones de N. Noguerol, Carla Elías, R. Pérez, M. Alfonso y A. Lorenzo.