La historia social electrónica arranca tras el verano con 365.000 usuarios

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Será como el historial clínico digital, pero con los datos de prestaciones sociales

27 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy en día la historia clínica electrónica es una realidad totalmente asentada en Galicia. Y en unos meses lo será la historia social, es decir, aquella que alberga toda la información de los gallegos que son usuarios de los servicios sociales, bien sea porque reciben una prestación de dependencia, del departamento de menores, discapacidad, inclusión social, vivienda u otro tipo de ayuda de la administración local o gallega. El Consello de la Xunta prevé dar este miércoles el visto bueno al anteproyecto que regula su creación y acceso para su envío al Consello Consultivo, y la previsión es que la norma esté aprobada en torno al mes de julio y se ponga en marcha después del verano. La Historia Social Única Electrónica (HSUE) arrancará en un principio con más de 365.000 historiales de personas beneficiarias de alguno de estos servicios.

Una de las ventajas de esta plataforma es que el número identificativo, es decir, por el que los profesionales de este ámbito accederán a la misma, es el número de la tarjeta sanitaria de la persona, ya que el objetivo es que en un futuro no haya una historia clínica y una social, sino una sociosanitaria que abarque toda la información relacionada con estos campos. Galicia es la primera comunidad que plantea esta integración de los dos historiales de los ciudadanos.

La HSUE se enmarca en el Plan Trabe, que desde hace dos años desarrolla la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia con Política Social, antes Benestar. En cuanto al acceso, la plataforma se habilitará para el personal de la administración autonómica y progresivamente para el de los concellos. El objetivo final es compartir la información entre los distintos departamentos que gestionan las prestaciones y servicios, para evitar duplicidades y reducir errores de gestión. En el usuario la principal ventaja será la reducción del tiempo de tramitación, ya que el profesional accede de forma inmediata a toda la información y los recursos asignados.

Sistema de alertas

La plataforma incorpora un sistema de avisos que puede activarse en la historia para que cualquier cambio que se produzca en la misma alerte al profesional y este pueda actuar de forma inmediata. Los trabajadores sociales de concellos y administración autonómica tendrán en esta historia datos sobre la situación legal y personal del usuario; información residencial -empadronamiento, si es emigrante o inmigrante-; datos de convivencia -incluyendo si hay algún tipo de medida de protección-; información socio-relacional, por ejemplo si recibe apoyos de personas o entidades; de vivienda; información de renta y patrimonio; de salud y sociosanitaria; formativo-laboral; datos de tramitación, con los recursos que ha solicitado la persona a nivel local, autonómico e incluso estatal; y finalmente del seguimiento de estas actuaciones.

Como la información de la historia social es sensible, habrá módulos de especial custodia en áreas como la salud, violencia doméstica, justicia penal juvenil o información económica de renta y patrimonio. El trabajador que acceda a estos datos debe indicar el motivo para hacerlo y firmar electrónicamente la justificación.

También concertados

En principio accederá al sistema el personal de servicios sociales de carácter público tanto del ámbito municipal como autonómico. De todas formas, el borrador del decreto recoge que también podrán hacerlo los de servicios, establecimientos y centros concertados, cumpliendo la normativa de protección de datos y solo durante el tiempo que dure la atención al usuario.