Padres y directores se oponen a las cámaras para controlar el acoso

m. cedrón REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

MONICA IRAGO

Tachan la idea de «unha medida de control que non parece o máis axeitado»

03 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La autorización dada por la Consellería de Educación para que los centros escolares puedan usar cámaras de videovigilancia en zonas comunes para prevenir el acoso a menores no convence a los padres. Tampoco a los directores de institutos de secundaria, que además ven en la medida un aumento de su responsabilidad.

Uno de los más críticos es el responsable de la asociación de padres Anpas Galegas, Javier Sánchez. Aludiendo al protocolo para salvaguardar la protección de datos donde hay un apartado detallado al respecto dice que «a convivencia non se pode abordar dende o control porque o que hai que facer é un traballo educativo e de formación que axude a entender os valores para unha boa convivencia». A su juicio, el gran problema es que el actual modelo educativo «non fai máis que fomentar a competitividade e unha conduta violenta como consecuencia».

Los profesores de guardia

Pero no solo los padres cuestionan la libertad que tendrá a partir de ahora cada centro para instalar cámaras de videovigilancia con dicho fin. Los propios directores de instituto lo hacen. Lo explica el presidente del colectivo en Galicia, Adelino Pose: «Controlar aos rapaces con cámaras para evitar o acoso non parece o máis axeitado. Cremos que cos profesores de garda é suficiente. Pensamos que non fan falla, pero no caso de que a Consellería pense que son un instrumento bo, benvido sexa».

Pero más que controlar la conducta de los alumnos, la idea es que haya un instrumento que ayude a esclarecer hechos que puedan ocurrir en el centro y que puedan afectar al alumnado. Como explican fuentes de Educación, su uso será en casos muy concretos donde haya un motivo para su uso «porque la realidad de los más de 1.100 centros escolares que hay en Galicia es muy diversa. No es lo mismo un instituto, por ejemplo, en el barrio de Caranza (Ferrol) que en Guitiriz o uno de Coia (Vigo) que otro de Forcarei».

El protocolo que regula el uso de las cámaras de videovigilancia está ahora en manos del Consello Galego de Convivencia para que realice sus aportaciones. Pero el documento ya incluye un dictamen de la Agencia Española de Protección de Datos donde dice que las grabaciones solo estarán permitidas en dos supuestos: Por motivos de seguridad como, por ejemplo, el control de los robos o del vandalismo y para proteger a los menores.

Precisamente debido a los robos producidos recientemente en algunos centros educativos, los directores de instituto presentaron una pregunta a Educación para saber cuándo y dónde podrían usar cámaras para saber quienes eran los cacos. Pero la medida de la consellería va más enfocada a prevenir el acoso. Justo en este último supuesto, el informe de la Agencia Española de Protección de Datos advierte de las cautelas que hay que adoptar al captar imágenes donde aparecen menores. Las grabaciones solo podrán realizarse en zonas comunes, como el patio o el comedor, pero nunca en las aulas donde podrían ser usadas para fiscalizar la labor de los profesores.

Además los aparatos de videovigilancia deberán instalarse en una zona de acceso restringido a la que únicamente podrá acceder el director del centro o la persona delegada (solo ellos pueden visualizarlas). Al contrario de lo que ocurre con las grabaciones de las cámaras de seguridad que hay en una empresa o un banco (pueden quedar almacenadas hasta un mes), toda imagen recogida en los centros escolares solo podrá ser guardada durante diez días. Luego únicamente podrán guardar aquellas que hacen referencia a un hecho que están investigando.