«Los dos momentos más críticos para el 061 fueron Angrois y la gripe A»

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

JOSÉ PARDO

La fundación pública cumple veinte años con el reto de «disminuir el tiempo de atención al máximo»

28 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La Fundación Pública Urxencias Sanitarias 061 ha cumplido veinte años. A estas alturas la población conoce perfectamente su función como central de emergencias, pero su director, José Antonio Iglesias, destaca también los programas especiales y su labor de consulta sanitaria.

-Tras veinte años funcionando, ¿qué ha supuesto el 061 en la sanidad gallega?

-Hay un antes y un después del 061 por muchas razones: la posibilidad de la atención telefónica, el disponer de un sistema de traslados, la colaboración con la atención primaria -que para nosotros es fundamental-, o los programas especiales.

-¿Es suficientemente conocido por la población?

-El 061 empezó como todo lo que nace, con dificultades para que todo el mundo estuviese familiarizado. Ahora es absolutamente conocido. Recibimos aproximadamente 1.300.000 llamadas al año y 4.200 por cada diez mil habitantes, una proporción mucho más alta que otros servicios de emergencia del Estado. Las encuestas de satisfacción reflejan que la población gallega nos valora con un 9,1 sobre 10.

-¿Cuáles han sido los momentos más críticos en estos 20 años?

-Podríamos hablar de los que tienen que ver con el servicio de emergencias. Nos hemos encontrado con dos de bastante complicación. El primero, la preparación para la pandemia de la gripe A. Recibimos unas 3.200 llamadas al día habitualmente, pero preparamos los sistemas para recibir 40.000 con la gripe. Además, habilitamos un sistema vía web para que los usuarios introdujeran sus síntomas y nos preparamos para más traslados.

-¿Se llegó en algún momento a ese pico de 40.000 llamadas?

-Ni muchísimo menos, a seis mil el peor día. El servicio estaba sobredimensionado para lo que pudiera llegar a ser. Lo importante es que no nos desbordase si llega a ser necesario. El otro momento crítico para el 061 y para Galicia fue Angrois. Ese día se demostró que el sistema estaba preparado. En tres horas los heridos estaban evacuados en los hospitales y no hubo ningún fallecimiento durante el traslado. Tenemos por el territorio gallego unos arcones de catástrofes y cada uno puede atender a 15 víctimas en estado crítico, y ese día quedaron ocho sin abrir. Pero también aprendimos mucho. Con la gripe A aprendimos a estar preparados para otras pandemias, como la del ébola, aunque al final no llegó y solo hicimos un traslado. Angrois también nos permitió aprender, se ha cambiado el plan de emergencias y hemos modificado el sistema de comunicaciones para tener localizaciones exactas y una comunicación independiente a la telefónica, por si se cae el teléfono en una catástrofe.

-Hace unas semanas saltó la alerta por mayores que vivían solos y fallecieron, ¿reciben muchas llamadas de este colectivo?

-Sí, tenemos muchas llamadas de gente mayor. La realidad poblacional de Galicia es la que es, con una pirámide totalmente invertida y una enorme dispersión. Es gente que vive sola y además lo hace generalmente en viviendas unifamiliares y en el rural. Con la Universidade de Santiago trabajamos en un programa, MiAvizor, en el que se instalaban sensores en los domicilios de esta gente mayor. De esta forma sabíamos si se habían levantado, abierto la nevera o usado el baño. Al mismo tiempo tenían un botón de emergencia en el caso de que necesitasen hablar con la central de coordinación.

-¿Ya no funciona?

-Era un programa piloto y finalizó el 29 de febrero. Ahora hay que analizar los resultados, algo que hará la universidad, pero nosotros vemos que se ha ayudado a mucha gente, por lo que creo que se va a implementar.

-¿Detectan que esta gente mayor necesita a veces únicamente tener un número al que llamar y hablar con alguien?

-Efectivamente, el paciente mayor diabético a veces tiene dudas sobre determinado alimento, o sobre si puede comer determinada cantidad con tranquilidad. El 061 se ocupa de las emergencias, y de hecho hacemos unos 300.000 servicios al año, pero no es solo un número para emergencias.

-Aunque el programa MiAvizor se extienda, ¿haría falta algún otro sistema en colaboración con otras administraciones para evitar sucesos de este tipo?

-Está a punto de firmarse un convenio con Cruz Roja para que en muchas ocasiones en las que se nos avisa, pero que después resulta ser un problema más social que sanitario, pueda hacerse cargo Cruz Roja de estas situaciones, ya que consideramos que ellos tienen mucha experiencia.

-¿Cuáles son los retos para los próximos veinte años?

-El reto del 061, sobre todo por las patologías con las que trabajamos, es el tiempo. Hay que disminuir el tiempo al máximo. En breve tendremos un código ictus en colaboración con Asistencia Sanitaria y un proyecto piloto para el enfermo con politraumatismos. Esto significa que al igual que ocurre con el infarto, en donde al paciente lo llevamos directamente a la sala de hemodinámica, a partir de ahora cuando una persona sufra un accidente grave, se va a dirigir inmediatamente al quirófano o la sala de rayos, con un equipo multidisciplinar preparado cuando llegue. Son patologías en donde es fundamental el tiempo. En el caso del ictus, tiempo es cerebro, cuanto antes se ponga el tratamiento mayor será la recuperación funcional cerebral. Y lo mismo ocurre con el paciente que sufre un politraumatismo.