Caballero: «El alcalde de Oporto debe disculparse; insulta gravemente a Vigo»

Carlos Punzón
Carlos Punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

El regidor olívico descarta sentarse con Rui Moreira mientras no rectifique

26 mar 2016 . Actualizado a las 13:07 h.

Esta vez Abel Caballero no concede ningún margen a un posible error de interpretación. El libro que sobre la compañía aérea lusa TAP acaba de presentar el alcalde de Oporto, Rui Moreira, ha sido asumido por el regidor gallego como un definitivo «y grave insulto» a Vigo al verterse en la obra desconsideraciones hacia la ciudad y su terminal aérea.

Si en febrero el político portugués calificaba a Peinador de «aeropuerto miserable» y tachaba de «broma de mal gusto» el vuelo de la TAP que unirá diariamente desde julio Vigo y Lisboa, en el nuevo episodio de su batalla contra la aerolínea lusa Moreira añade ahora que el vigués «es un aeropuerto sin condiciones y que no puede tener un papel importante», o que quienes criticaron sus valoraciones anteriores «de nada conocían a la ciudad gallega, con la excepción de algunos que sabían que los amigos del norte [de Portugal] iban allá a comprar caramelos».

«Exijo disculpas a esta ciudad», reafirmó ayer a través de La Voz de Galicia Caballero al alcalde de Oporto tras conocer su libro en el que dedica a Vigo el capítulo dos por completo. El regidor olívico ya había reclamado de Moreira en febrero una rectificación, que no se produjo aunque a la alcaldía viguesa llegó el mensaje de que las palabras del regidor portuense habían sido malinterpretadas. Ahora el libro TAP-Caja negra. Los bastidores de una guerra seria entre la TAP y Oporto escrito por el alcalde luso no deja lugar a dudas.

Distinción

«Vigo se siente muy cercana a Oporto y muy lejos de su alcalde», consideró ayer Caballero, quien protagoniza parte del libro de Moreira, que señala que en cuestiones aéreas «el alcalde de Vigo está solo, habla solo y actúa solo»; que «aunque le incomode, lo que tiene sentido es la apuesta por el Sá Carneiro y un aeropuerto gallego, sea el de Santiago o el de A Coruña, o que el regidor olívico se ha hecho «el ofendido» con su homólogo portuense porque «estaba necesitando un enemigo exterior», indica por su parte el coautor del libro y jefe de prensa del Ayuntamiento de Oporto, Nuno Nogueira Santos.

«Se tiene que disculpar por sus graves insultos a Vigo», insistía sin embargo Caballero ayer eludiendo las alusiones personales de las que es objeto en el libro.

«Nunca sospeché que pudiera escuchar un insulto a Vigo de un alcalde de Oporto», añadió muy molesto con su homólogo.

«Mientras que no se disculpe no estaremos en ningún foro que esté él por insultar a Vigo», concluyó el alcalde gallego en alusión al Eixo Atlántico, la organización supramunicipal formada por 36 ayuntamientos de Galicia y el norte de Portugal donde Caballero y Moreira ocupan dos de los nueve puestos de la comisión ejecutiva.

Tras sus declaraciones de febrero en una entrevista de la revista Visão y la exigencia de rectificación formulada por el alcalde de Vigo al considerarlas «detestables», Moreira optó por el silencio. Ahora, dos meses más tarde, reitera en su libro y en capítulo completo sus apreciaciones sobre la ciudad gallega. Bajo el título ¿Por qué Vigo? el alcalde de Oporto argumenta que la apertura del vuelo de la TAP en Peinador a Lisboa tiene como objeto «drenar» pasajeros gallegos hacia la capital de su país restándolos del Sá Carneiro en una operación a la que vincula el cierre de cuatro rutas de la compañía lusa en el mismo aeropuerto, utilizadas, según señala, por usuarios de los vuelos de larga distancia a América y África, cuyo futuro augura queda ahora amenazado.

Las críticas de Moreira a Peinador se producen justo cuando el aeropuerto vigués se ha convertido en el que más crece de España en lo que va de año y tras recuperar ayer su internacionalidad con vuelos a Roma y Londres.

La líder de la oposición viguesa, Elena Muñoz (PP) se posicionó también ayer sobre el libro de Moreira señalando que «es evidente que el alcalde de Oporto sabe que Peinador es la gran competencia que tiene el Sá Carneiro, porque el de Vigo debe de ser el gran aeropuerto de la eurorregión». «Su ataque es absolutamente injustificado y esperamos que recapacite y rectifique» concretó, mientras abogó por coordinar la red aérea gallega.

El alcalde de Oporto, Rui Moreira, no pertenece a ninguno de los dos partidos mayoritarios de Portugal. Su victoria en el 2013 como independiente rompió el bipartidismo desde una candidatura forjada por el perfil de un defensor del comercio local y el equipo de fútbol de la ciudad. Moreira dibujó su candidatura desde el populismo y el localismo, evidente hasta en el nombre de la formación: «Oporto, mi partido».

Medio año después de que tomase posesión, Abel Caballero acudió a la cámara portuense a firmar un convenio de colaboración turística con Moreira, cita en la que alguno de los presentes atestigua que no hubo feeling entre ambos mandatarios. Pese a anunciarse una devolución de esa visita en Vigo, nunca llegó a producirse, pero sí un viaje del alcalde de Oporto a A Coruña, donde aseguró que «el Sá Carneiro es el primer aeropuerto de Galicia».

Caballero leyó esa afirmación en clave de ataque a Peinador desde una ciudad y un aeropuerto que cíclicamente desembarca publicitariamente en Vigo para incrementar el volumen de usuarios de Galicia, que se acerca ya al millón al año. A partir de ahí el alcalde vigués incluyó al Sá Carneiro en sus críticas a las subvenciones públicas a las aerolíneas, pidiendo incluso que la UE investigue las que se otorgaban en Oporto, y que ya concede también el Concello vigués.

Ahora, a un año de las municipales portuguesas, Rui Moreira radicaliza el pulso a raíz de la implantación de un vuelo en Peinador a Lisboa de la TAP, considerado por el regidor luso como el mayor ataque del centralismo portugués al temer que el pasaje gallego vaya a optar por volar a la capital del país vecino y lo deje de hacer desde Oporto. La lucha contra ese centralismo es la más efectiva estrategia que cualquier político pueda utilizar desde Oporto, y Moreira lo sabe.