La banda de albaneses «solo se lleva el oro y el dinero. El resto de las cosas no les interesan»

F. Espiñeira / S. Luaña REDACCIÓN, SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Álvaro Ballesteros

La banda de delincuentes detenida actuaba en el norte de A Coruña y en Pontevedra

22 mar 2016 . Actualizado a las 10:44 h.

Los tres albaneses detenidos en Santiago por la Guardia Civil como presuntos autores de numerosos asaltos a viviendas rurales en las provincias de A Coruña y Pontevedra lo tenían claro: en sus razzias solo buscaban oro y dinero en efectivo, según confirmaron fuentes de la investigación a varios de los asaltados.

Un vecino de Culleredo fue de los primeros en saber de las andanzas de la banda albanesa que desvalijó numerosas viviendas en las provincias de A Coruña y Pontevedra. Su relato de los hechos es conciso, pero describe el modus operandi de los asaltantes: «Me los encontré al volver de pasear por A Coruña. A las ocho y media de la tarde. Metí el coche en el garaje y saltó la alarma. Pensé que se habría disparado sola, pero di una vuelta alrededor de la casa para ver si me había dejado alguna ventana abierta. De repente, vi a uno descolgándose desde el primer piso y otro en el suelo. Me lancé hacia él y me apuntó con una linterna a los ojos. Me dijo "quieto ahí" y se dieron los dos a la fuga saltando por encima del muro en un visto y no visto antes de perderse en el monte».

A esta víctima de la cuadrilla albanesa le rompieron una ventana. «Entraron en la primera habitación y no encontraron nada. En la segunda, tiraron todo encima de la cama y se llevaron algo más de mil euros en efectivo y el contenido del joyero de mi mujer. Tienen muy claro lo que buscan. Apartan la plata y solo se llevan el dinero en efectivo y las joyas. El resto de las cosas no les interesa», asegura.

En los días previos, no registró ninguna actividad sospechosa en su entorno. «No percibimos a nadie extraño, pero la Guardia Civil nos dijo cuando los detuvieron que pasaban por zonas poco concurridas y entraban en aquellas casas en las que intuían que podían estar vacías. De hecho, en nuestra zona asaltaron otro chalé más situado unos metros más adelante», corrobora.

Muy escurridizos

Los asaltantes se guardaban mucho de llamar la atención. Vestían de negro, actuaban solo de noche, se alojaban lejos de las viviendas que asaltaban... Eso no impidió que la Guardia Civil les siguiese la pista. De hecho, el Equipo contra el Crimen Organizado con base en Pontevedra calcula que actuaban en Galicia desde el pasado noviembre; un mes después, por la espectacularidad de los robos que perpetraban -generalmente en adosados o en casas de zonas rurales-, ya les seguían la pista. Con todo, no fue hasta la semana pasada cuando los localizaron y los detuvieron.

El grupo alquilaba pisos en A Coruña y en Santiago que ocupaban por un espacio corto de tiempo; luego se mudaban, y después de cada robo, se desplazaban hasta Barcelona donde contaban con infraestructura adecuada para preparar el siguiente golpe. Hace unas semanas alquilaron un inmueble en la calle Poza de Bar de Santiago, y ese fue el principio del fin de su aventura. Allí los localizaron los agentes de la unidad ECO y los detuvieron. El pasado jueves, los vecinos se sorprendieron al llegar un furgón policial con los tres arrestados encapuchados. «No puedo decirte si los conocía porque no les vi la cara, pero desde luego antes no llamaron la atención», decía ayer la dependienta de un comercio.

Los agentes encontraron 11.000 euros dentro de la casa y dos zulos con las joyas robadas en Monte da Granxa do Xesto, en Santiago. En total, kilo y medio de alhajas valoradas en unos 50.000 euros. En su mayoría fueron robadas en viviendas del norte de A Coruña, sobre todo en la zona de Arteixo, pero también en localidades de Pontevedra como Poio.

Con estas detenciones se da por desmantelado el grupo y finiquitada la operación Brizna. El delegado del Gobierno, Santiago Villanueva, no descartó ayer más detenciones y pidió la colaboración ciudadana para poner fin a los asaltos en viviendas.