Seis conflictos regionales que evidencian una fractura interna

Gonzalo Bareño Canosa
Gonzalo Bareño MADRID / LA VOZ

GALICIA

Javier Lizón | EFE

En Cataluña está en juego la supervivencia del partido, y en Galicia la crisis llega a pocos meses de las elecciones

11 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La crisis en la Comunidad de Madrid, saldada con diez dimisiones en la cúpula regional, es un reflejo de la batalla en la dirección nacional por el control de la estrategia política que eleva a seis el número de conflictos territoriales que afronta Podemos. El elevado nivel de fracturas internas, en las que no han faltado ataques públicos cruzados entre los implicados, llega cuando aún no se ha cumplido un año desde la celebración de las elecciones autonómicas y municipales. Algo que refleja la progresiva pérdida del control del partido por parte de Pablo Iglesias y la creciente desconfianza que genera su intento de controlarlo todo en la formación.

Cataluña

Pendientes de Colau. La crisis en Cataluña es quizá la más grave, porque está en juego la propia supervivencia de Podemos en esa comunidad. Los pésimos resultados obtenidos por Catalunya Sí que es Pot, en la que se integró Podemos, en las elecciones catalanas del 27S provocaron la dimisión de Gemma Ubasart, líder en Cataluña, por su desacuerdo con el excesivo protagonismo de Iglesias en la campaña y el intento de controlar la organización regional desde Madrid. Después de que Ada Colau anunciara la creación de un partido al margen de la estructura de Podemos, la organización se acabó fracturando entre quienes respaldan la integración en el nuevo partido de Colau y los que apuestan por la continuidad.

Galicia

Desafío a Iglesias. Algo similar ocurrió en Galicia. Tras las generales, el líder de Podemos en la comunidad, Breogán Rioboo, criticó el protagonismo del nacionalismo en las listas de En Marea y cuestionó la repetición de esa alianza en las autonómicas, que tendrán lugar en pocos meses. Rioboo fue desautorizado por Iglesias y la posterior dimisión en cascada de dirigentes regionales provocó la imposición de una gestora. El conflicto permanece porque Rioboo se niega a dimitir y anuncia que se presentará de nuevo a las primarias.

País Vasco

Imposición de listas. El entonces líder de Podemos en el País Vasco, Roberto Uriarte, dimitió un mes antes de las generales y denunció la imposición de las listas y la estrategia política desde la dirección nacional. Nagua Alba, diputada en el Congreso y afín a Iglesias, acaba de ser elegida secretaria general en las primarias celebradas entre el 3 y el 6 de marzo.

Cantabria

Cisma interno. En Cantabria, la situación de Podemos es de claro cisma. El secretario general, José Ramón Blanco, afín a Iglesias, desafió la petición de dimisión del sector crítico del consejo ciudadano. Blanco, que fue destituido como jefe del grupo parlamentario regional, pidió a la dirección madrileña que disolviera la de Cantabria y nombrara una gestora. Iglesias accedió. A la espera de las primarias, Blanco aspira a seguir siendo el secretario general.

La Rioja

Fraude en las primarias. Muy distinta es la situación y las causas del conflicto en La Rioja. El partido estaba allí sin dirección tras detectarse un fraude en las primarias para la candidatura autonómica, en las que se impuso Raúl Ausejo. En las primarias celebradas el 8 de marzo se impuso Javier Garrido, aunque la participación fue de tan solo un 16,54 % del censo.