Los alcaldes de Vigo y Oporto se declaran la guerra

Carlos Punzón
c. punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

M.MORALEJO

El vuelo de la TAP Peinador-Lisboa desata un cruce de reproches con denuncias e insultos

19 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace solo año y medio el alcalde de Oporto recibía oficialmente a su homólogo de Vigo declarando que las ciudades que ambos representan «son pueblos hermanos que mantuvimos históricamente una gran amistad». Hoy, Rui Moreira y Abel Caballero están en guerra, y de tal calibre que el regidor gallego rompió ayer relaciones personales e institucionales con el portugués.

Quienes estuvieron presentes en la visita de Caballero a la cámara municipal de Oporto atestiguan que no hubo feeling en aquel encuentro, que de hecho no tuvo devolución pese a haberse comprometido. Pero el anuncio de la apertura de un vuelo entre Vigo y Lisboa por parte de la portuguesa TAP, al mismo tiempo que la antigua aerolínea de bandera lusa retira cuatro vuelos del Sá Carneiro, ha convertido en oficial la enemistad.

Caballero, que mantiene que todos los vuelos de los demás aeropuertos del entorno de Vigo reciben más ayudas públicas que Peinador, llegó a pedir a la UE que investigue al aeropuerto de Oporto por sus incentivos a las compañías que abren y mantienen nuevas rutas o crecen en tráficos. La acusación tuvo respuesta institucional, y Moreira, en lugar de visitar Vigo se desplazó a A Coruña, donde proclamó que el Sá Carneiro «es el primer aeropuerto de Galicia».

La intensidad de la pugna subió en ese momento un par de grados, mientras Caballero respondía con anuncios de multa a un poco exitoso autobús que Lufthansa puso en marcha para captar pasajeros en Vigo para sus rutas desde el Sá Carneiro.

La privatización parcial de la TAP propició un nuevo ejercicio de centralismo luso, intensificando la presencia de la aerolínea en el aeropuerto de Lisboa con un puente aéreo con Oporto que atrajese más pasajeros a sus vuelos de larga distancia, amenazados seriamente por el Sá Carneiro. Y mientras Oporto se temía el fin de sus vuelos de la TAP a América, cayeron los de Bruselas, Roma, Bruselas y Barcelona, y, para colmo de Moreira, se anunció para julio un sorpresivo vuelo Vigo-Lisboa.

El regidor luso calificó de «broma de mal gusto» y «provocación» ese vuelo, al entender que solo pretende captar a parte de los 900.000 gallegos que cada año vuelan desde el Sá Carneiro. Su amenaza de boicot a la TAP fue su segundo paso.

Caballero anunció que trasladaría a la dirección general de la competencia de la UE las palabras del alcalde de Oporto «por ir contra la competencia y amenazar a una empresa».

Ahora, en una entrevista a la revista Visão, Moreira califica al vuelo de Vigo de «brincadeira», a Peinador «aeropuerto miserable», e ironiza con que la TAP además de hotel en Lisboa ofrezca a los usuarios gallegos servicio de compañía. Y Caballero explotó. «Le exijo que pida disculpas. Son unas declaraciones intolerables, de un nivel que nunca oí a ningún político», dijo ayer para anunciar que mientras el regidor luso no se retracte Vigo no compartirá ningún foro con Oporto.