La política de infraestructuras ya calienta el Congreso

Pablo González
Pablo González REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

XOAN CARLOS GIL

El número tres de Podemos sucede con polémica a Celso Delgado al frente de la Comisión de Fomento

13 feb 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El martes pasado se constituyó la Comisión de Fomento, crucial para la defensa de los intereses de Galicia en el Congreso, y fue elegido presidente el secretario de Organización de Podemos, el ingeniero de telecomunicaciones sevillano Sergio Pascual. Sustituye así en el cargo al diputado ourensano Celso Delgado, que tuvo un mandato apacible en la pasada legislatura. Esta va a ser otra cosa. Ya se encargó Pascual de anunciarlo. En un discurso más propio de un acto político que de un estreno institucional, el actual número 3 de Podemos dejó claro cómo pretendía que fuera esta nueva etapa, basada en controlar «con mano de hierro» al Gobierno, sea cual sea su color, pero también «cada euro que se destine a la inversión en infraestructuras». «Esta Cámara [en referencia a la de la anterior legislatura], convertida en correa de transmisión del Gobierno, no ha estado a la altura de dicho mandato de control». De la eficiencia de ese trabajo, dijo, «depende que no volvamos a tener zorros cuidando gallinas», dijo, en referencia al dimitido Juan Van-Halen Rodríguez, director general de Vivienda del Ministerio de Fomento.

Lo que en principio era un discurso rutinario se complicó. Y el diputado del PP Andrés Ayala, un clásico en la comisión, le reprochó su osadía y que hablara «con desconocimiento» de la labor del órgano donde se debaten las políticas de Fomento, haciendo «tabla rasa» de su trabajo. También le recriminó que su comentario sobre el alto cargo de Fomento carecía de base jurídica alguna.

Tanto Podemos como Ciudadanos se han mostrado críticos con algunas inversiones en infraestructuras. Lo curioso es que Sergio Pascual defendiera en su intervención obras de «altísima demanda social» como son los carísimos soterramientos de los accesos ferroviarios a las ciudades, paralizados en muchos casos por Fomento para poder avanzar en obras más acuciantes. Unas operaciones que, a menudo, llevan acarreada una intensa especulación inmobiliaria.

Rivera y el AVE

También el líder de Ciudadanos cargó el viernes contra los proyectos de alta velocidad. En genérico, sin poner ejemplos, no vaya a ser que alguien se enfade. «Basta ya de hacer aeropuertos y AVEs a capricho del político local o autonómico de turno», dijo Albert Rivera. «Vamos a conectar lo que ya tenemos con los mínimos recursos posibles para destinar lo demás a innovación, educación y políticas sociales», añadió.