El rechazo del sector fuerza a la Xunta a aparcar el borrador de ley de acuicultura

No ha pasado ni siquiera una semana desde que las cofradías de pescadores de Galicia reclamaran la retirada del anteproyecto de ley de acuicultura en el que trabaja la Consellería do Mar, ni de que los bateeeiros hicieran lo propio, pues entienden que este texto puede lesionar gravemente los intereses de la pesca de bajura y los cultivos marinos en las rías. Y el Gobierno gallego parece hace tomado nota del enfado, pues el presidente autonómico, Alberto Núñez Feijoo, dijo este miércoles que «vamos a facer un alto no camiño na tramitación da lei» para abrir nuevas mesas de diálogo con el sector.

Feijoo lanzó este anuncio en la sesión de control del Parlamento, tras ser preguntado por el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, sobre si iba a no a reitrar la ley de acuicultura. Y la respuesta es que sí. No lo explicó el presidente de esta forma taxativa, pero dio muestras de que el texsto lo meterán en la nevera, después de que Jorquera acusa al PP de que «pretenden privatizar o noso mar».

Eso sí, el jefe del Ejecutivo insistió en la necesidad de impulsar una nueva regulación del sector para modernizar más el sector de la acuicultura y avanzar hacia los modelos que hay instalados, dijo, en países como Noruega, Escocia o Alaska. Pero, a la vez, anunció que habrá un volantazo en los planes iniciales, pues arguyó que «ata que o sector non vexa que esta é a súa lei, non se aprobará esa lei».

En anteproyecto, por tanto, será sometido de nuevo a consultas con el sector a través de las mesa de diálogo que se abrirá, explicó con Feijoo, con bateeiros, mariscadores y cofradías, todos muy críticos con el borrador, contra el que ya empezaban a rebelarse también algunos municipios gobernados por el Partido Popular.

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