El BNG decide su futuro político con un pulso entre la UPG y los independientes

Serafín Lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Ed Carosía

Unos son partidarios de ir a las gallegas en solitario y otros, de aliarse con En Marea

14 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La partida clave para decidir el futuro político del BNG ha comenzado. Las cartas están sobre la mesa y su distribución entre las distintas sensibilidades que integran la organización nacionalista ya permite visualizar con nitidez dos bandos con posiciones enfrentadas. La disyuntiva de salida está en la forma de concurrir a las autonómicas del otoño próximo, tras un batacazo en las generales cuya extrapolación dibuja un Parlamento sin presencia del Bloque. Con esa luz roja encendida, el camino a seguir abre un pulso entre los partidarios de ir a los comicios gallegos en solitario o con otras fuerzas nacionalistas, y los que abogan por una coalición técnica con las fuerzas coaligadas en En Marea.

La Unión do Povo Galego (UPG), partido hegemónico en el frente y núcleo más activo de la militancia, y el Movemento Galego ao Socialismo abanderan la apuesta por concurrir a las autonómicas con las siglas del BNG o por acotar las posibles alianzas al ámbito nacionalista. Por contra, los independientes (corriente a la que pertenece el portavoz nacional, Xavier Vence) y Abrente (creada por el exdiputado Carlos Aymerich) defienden ir a las elecciones gallegas con En Marea. Las dos posiciones revelan reacciones opuestas después de la debacle electoral. Mientras el criterio de la UPG supondría una marcha atrás en la estrategia de coaliciones que el BNG exploró sin éxito para las generales, que llevó a la organización a asegurar que la confluencia con fuerzas estatales como Podemos o IU no era obstáculo, la tesis de los independientes y de Abrente implicaría un salto sin ambigüedades a la confluencia con una coalición con opciones de ganar poder institucional.

Estas posiciones enfrentadas ya afloraron en la asamblea que el Bloque celebró el sábado pasado en Vigo, en la que más de un centenar de militantes debatieron desde primera hora de la tarde hasta casi la medianoche. Y se están reproduciendo en otras asambleas comarcales que tienen lugar estos días, como sucedió ya en las de Bergantiños y Barbanza.

La asamblea, el 28 de febrero

Pero el primer punto de ebullición del debate puede llegar en la reunión del consello nacional de este sábado en Santiago. Del encuentro saldrá la convocatoria de una asamblea nacional ordinaria para el 28 de febrero, lo que marcará el plazo para resolver otras muchas cuestiones con ese horizonte. Además de la forma de ir a las autonómicas, de cara a la asamblea el BNG deberá abordar decisiones sobre aspectos organizativos y también sobre personas. Será el momento en el que se resuelva, por ejemplo, el futuro de la portavocía nacional y la nueva dirección. Esa hoja de ruta descarta, al menos a corto plazo, salidas en la cúpula nacionalista tras la hecatombe de las elecciones generales, que dejó al Bloque sin representación en el Congreso por vez primera en 20 años. Y también se afrontarán entonces las posibles propuestas para la refundación y desaparición de siglas en el BNG.

Por tanto, el debate sobre personas y cargos orgánicos quedará solapado por el pulso sobre la estrategia electoral. Será la resolución de esta cuestión clave la que precipite lo demás. Aunque todos estos factores irán madurando en las asambleas comarcales, y también en el proceso de elaboración de ponencias de cara a la asamblea, los posicionamientos ya se están produciendo. Y son especialmente notorios desde el entorno de la UPG. Además de Bautista Álvarez, fundador del partido, Manuel Mera o Duarte Correa también han explicitado su postura contraria a la apertura y flexibilidad que Vence alentó el domingo en el homenaje a Castelao. La batalla está servida.

El consello nacional explorará el sábado el difícil acuerdo de la estrategia electoral

Además de convocar la asamblea del 28 de febrero, el consello nacional del BNG explorará este sábado la posibilidad de acordar una primera propuesta sobre la forma de concurrir a las autonómicas. Aunque las opciones de llegar a un punto de encuentro con tanta celeridad parecen remotas, por la propia polarización del debate entre dos ideas contrapuestas: el rechazo a alianzas con fuerzas estatales que propugnan UPG y Movemento Galego ao Socialismo, y el marzo más flexible que defienden independientes y Abrente.