Vapor y fuertes vientos
La intensidad de estos fenómenos depende del vapor de agua que transporten y también de los vientos asociados. Actualmente coinciden grandes cantidades de vapor y fuertes vientos, que explican el temporal de lluvias torrenciales que estamos sufriendo. «Los episodios de precipitación intensa y continua suelen estar relacionados con la presencia de un río atmosférico sobre nuestros cielos. La persistencia del río es otro factor muy importante, cuanto más tiempo esté situado sobre nosotros, más precipitación ocasionará», termina Eiras.
Los ríos atmosféricos producen además una profundización de los sistemas de bajas presiones y suelen estar presentes en las ciclogénesis explosivas, que son borrascas cuya formación es muy rápida e intensa. Para poder recibir el calificativo de explosiva es necesario que la presión mínima central descienda por lo menos veinte milibares en veinticuatro horas. Estos días tenemos precisamente borrascas profundas en el Atlántico, que favorecen la llegada de los ríos atmosféricos que transportan cantidades muy significativas de vapor. Al interactuar con la inestabilidad de las borrascas, en los frentes el vapor de agua se convierte en precipitaciones que normalmente son persistentes y de intensidad fuerte y provocan que se acumulen cantidades de lluvia muy importantes.