Cree que los aeropuertos gallegos deben coordinarse y especializarse y dejar los localismos
02 ene 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Diego Otero (Vigo, 1976) continúa con el negocio que inició su padre al frente de la agencia viguesa Abramar, una tarea que compatibiliza con la presidencia de la Asociación Gallega de Agencias de Viajes.
-Muchos gallegos no han podido volver a casa estas Navidades por el precio de los vuelos. ¿Es falta de previsión o es que este año se han encarecido más?
-Es la tendencia natural de la oferta y la demanda. Los precios de los aviones siempre dependen de la demanda y oscilan mucho. Un Vigo-Madrid puede costar desde 50 euros hasta 600, y si eso es así, imagínese un Nueva York o un Buenos Aires. Siempre ha sido igual. Quizás este año se haya notado un poco más porque a la hora de vender billetes baratos tienen que compensarlo con billetes más caros. Creo que más que nada puede ser por el número de aviones. Al haber mayor demanda y la oferta ser menor, los precios son más altos. Antes a Galicia venían más vuelos, y también los aviones son ahora más pequeños.
-¿Y hay forma de luchar contra esos precios?
-Sí, la competencia, meter más competencia, más compañías que operen en Galicia. Primero ampliar la capacidad de vuelos y número de pasajeros, y luego meter más aerolíneas a trabajar y a competir entre ellas para que los precios sean mejores.
-¿Están los aeropuertos gallegos preparados para ello?
-Sí, por supuesto. El aeropuerto de Santiago, si no me equivoco, tiene una capacidad para cuatro millones de pasajeros, y está a la mitad de su capacidad. Creo que el problema es que están haciendo luchas independientes y no están haciendo una lucha común.
-Apuestan ustedes por la coordinación.
-Sí, por organizar o por especializar, coordinarlos para que entre los tres hagan un único aeropuerto y que piensen en Galicia, no en localismos. Hay que negociar buenas rutas, buenos horarios, negociar con las compañías, incluidos los chárter, que son otra fuente de ingresos y de atracción de pasajeros.
-Y mientras, comprar los billetes con anticipación.
-Sí, nosotros siempre recomendamos la compra anticipada. Es muy importante sobre todo para estas fechas. Hubo otros años en los que la gente esperó a última hora y tuvo ofertas porque los aviones no se llenaron, pero cuando mucha gente quiere venir, ya no llegan esas oportunidades.
-¿Les afecta la competencia del aeropuerto de Oporto? ¿Trabajan ustedes con él?
-Sí, toda Galicia trabaja con ese aeropuerto. Muchos clientes buscan comodidad y vuelos directos, y a veces Galicia no se lo ofrece y Oporto sí. La distancia es relativamente corta y está cogiendo un tráfico de Galicia que antes tenían los aeropuertos gallegos. Incluso a veces los aeropuertos gallegos captaban clientes de Portugal, y la tendencia ha cambiado. Creo que no es que lo estén haciendo ellos muy bien sino que lo estamos haciendo nosotros mal y lo están aprovechando.
-¿Cuál es ahora mismo el principal nicho de trabajo de las agencias de viajes gallegas?
-Bueno, eso depende de cada una de las agencias. Algunos trabajan más el paquete, otros el vuelo más hotel, los hay que hacen grupos, depende de la especialización de cada agencia. En todo caso creo que el turoperador está yendo a menos. Se está haciendo mucho hotel y avión, cogiendo el hotel por un lado y el avión por el otro. Hay de todo, y depende del destino. Si haces un safari posiblemente te vayas a un organizado, o si haces un India o un China. Sin embargo, si haces Europa posiblemente lo hagas más a tu medida y lo adaptes más a tus fechas.
-La crisis, además de afectar en volumen de trabajo, ¿cambió también la forma de viajar?
-Sí, la crisis afectó, claro que afectó, aunque el turismo ha sido de los pocos sectores que se han salvado, pero aún así sí que ha cambiado. Antes se buscaba más la calidad del servicio y durante esta crisis el precio ha sido lo más importante. Sin embargo, yo creo que eso ahora ya vuelve a cambiar y la gente ya vuelve a buscar calidad. La crisis ha hecho que la gente busque más, e Internet ha abierto los caminos.
-A propósito de Internet, ¿es un enemigo o un aliado?
-Nosotros lo vemos como aliado, por supuesto que no es ningún enemigo. La información nos llega por otras vías a través de Internet, somos más directos, más rápidos. Internet nos ha facilitado a todos la vida. Es cierto que eso tiene un coste y requiere una adaptación, y en ello estamos.
-Pero hay mucha competencia a través de Internet.
-Sí, pero al final nosotros somos los expertos y estamos dedicándonos a ello todo el día, con lo cual entendemos que le sacamos más partido que una persona que lo utiliza cada seis meses para buscar sus vacaciones. Se ha abierto un nuevo escenario, pero yo soy superpositivo y creo que cuando no puedes con el enemigo hay que aliarse. En tiempos de mi padre contactar con Sudáfrica era una odisea y ahora es poner un mail y en dos minutos puedes tener una respuesta.
-A veces se dice que falta profesionalización en el sector turístico gallego, ¿es así?
-Yo creo que la falta de profesionalización no es el problema. Creo que la promoción es una pata muy importante del turismo. Los niveles cada vez son mejores y creo que vamos a mejor, pero hay que hacer que la gente llegue, y vuelvo al tema de los aviones, si no tenemos aviones para que la gente se vaya, difícilmente los vamos a tener para que la gente venga. Yo creo que la profesionalización no es un problema, creo que cuando la gente viene a Galicia busca algo que aquí le ofrecemos, que es la cercanía, por supuesto apoyada por nuestra gastronomía, nuestros paisajes, nuestros vinos. Creo que lo tenemos casi todo, incluido el tiempo, que a veces lo vemos como algo negativo, pero incluso la lluvia puede ser buen tiempo. Al final hay que saber vender el destino sin el tiempo, imagínese qué harían en Helsinki o en Finlandia.
-¿Se han quedado muchas agencias en el camino?
-Sí, sí, por supuesto que sí, muchas, a nuestro pesar.
-¿Y cómo se presenta el futuro?
-Soy joven y lo tengo que ver bien. Hay mucho que crecer, y ahora que parece que esto puede empezar a levantar hay que situarse en las posiciones de cabeza para cuando den la salida ponerse a correr.