La investigación del crimen de Narón está pendiente de las pruebas de huellas y ADN

Carmela López
carmela lópez FERROL / LA VOZ

GALICIA

ANGEL MANSO

El ensañamiento con la víctima hace pensar en la autoría de un desquiciado o de una persona de su entorno

02 ene 2016 . Actualizado a las 09:43 h.

Las unidades de Policía Judicial y Científica de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Ferrol-Narón continúan las investigaciones para tratar de esclarecer el asesinato de Caridad Pérez Castrillón, de 79 años, que fue hallada muerta en su domicilio de la parroquia naronesa de O Couto el pasado martes. Por el momento no hay ningún detenido y todo apunta a que la autoría de tan brutal crimen no se pueda determinar hasta tener los resultados de las pruebas de ADN y huellas recogidas en la vivienda.

El asesino actuó con un gran ensañamiento, como lo demuestra el hecho de que la septuagenaria, además de haber sido degollada, presentase varias cuchilladas y golpes, principalmente en la cara y la cabeza. Este hecho hace sospechar que el autor pudiese ser alguien de su entorno próximo o que se tratase de un ladrón con algún trastorno psiquiátrico grave.

De ahí que la Policía investigue a los presos que estuvieron de permiso en estas fechas navideñas, sin dejar de lado el tema de conocidos de la víctima.

Lo que está claro es que, por el momento, no se descarta ninguna hipótesis sobre lo ocurrido en la vivienda número 46 de la calle Cornido, a la que se cree que el asesino pudo acceder por una puerta trasera, ya que la principal estaba cerrada.

Por ese motivo, los investigadores rastrearon toda la parte posterior del inmueble, en la que hay fincas de labranza, a las que puede acceder desde varias pistas.

El crimen fue descubierto por el marido de la víctima, que la encontró en medio de un charco de sangre en el dormitorio de la casa cuando regresó de realizar su habitual paseo mañanero.

Tanto el viudo como algunos vecinos de la zona ya prestaron declaración en las dependencias de la Comisaría de Ferrol-Narón al día siguiente del asesinato y, según la información recogida al respecto, nadie escuchó ni vio nada extraño ese día.

Caridad Pérez recibió sepultura el pasado jueves en el cementerio parroquial de Bardaos, en el municipio de San Sadurniño, de donde era natural. Su esposo y sus dos hijos, que están destrozados por lo ocurrido, estuvieron acompañados por una gran cantidad de amigos y conocidos, que les testimoniaron su dolor por la tragedia.

Emigrantes en Suiza

La víctima y su esposo habían estado de emigrantes en Suiza y a su regreso construyeron su casa en O Couto. La hija, Montserrat Fraga, es la presidenta de la Asociación de Pais de Nenos con Minusvalía (Aspanemi) y concurrió a las pasadas elecciones municipales en el número cuatro de la candidatura del BNG en el Concello de Narón.

La muerte sin esclarecer de Caridad Pérez trae a la memoria de muchos otro asesinato cometido en la comarca de Ferrol, concretamente en la parroquia de Lavandeira, en Cabanas, hace más de dos años y que todavía no se ha resuelto. La víctima, Elisa Abruñedo, había salido a pasear y nunca regresó. Su cuerpo fue hallado al día siguiente entre la maleza al lado de una pista forestal, cerca de su casa. Había sido apuñalada y presentaba signos de agresión sexual. La Guardia Civil, encargada en este caso de las diligencias, recogió muestras de ADN del agresor, pero el cotejo de las mismas no ha dado resultado.