El proyectil descubierto por un barco de O Grove tenía 1,5 kilos de explosivo

Rosa Estévez
rosa estévez O GROVE / LA VOZ

GALICIA

La unidad de buceo de Ferrol detonó la bomba antiaérea de la Guerra Civil

13 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

A eso de las diez de la mañana, una fuerte explosión se dejó oír en buena parte de O Grove. Lo que muchos confundieron con un fuego festivo era, en realidad, la primera de las tres detonaciones realizadas por la unidad de buceo de Ferrol para desactivar un proyectil que el día anterior había pescado en sus redes un barco de la localidad. Según explicaron los diversos cuerpos que participaron en el dispositivo organizado para mantener desalojada la zona portuaria de O Corgo, se realizaron dos primeras explosiones controladas en el helipuerto de la localidad. Luego, la carcasa que contenía la metralla fue trasladada a la cantera de Raimundo Vázquez -una vieja explotación en desuso-, donde se produjo una tercera explosión.

El alcalde de O Grove, José Antonio Cacabelos (PSOE) siguió atentamente el operativo que se desplegó en la zona del puerto. Los responsables de la unidad de Ferrol le comunicaron los pormenores de lo que se traían entre manos. «Se trataba de un proyectil antiaéreo, probablemente de la Guerra Civil, que fue lanzado en su día pero que no explotó». Estaba activado y llevaba un kilo y medio de explosivos en su interior.

Los artificieros habían llegado de Ferrol la noche anterior, después de que les fuese comunicado el hallazgo realizado por el barco Día de Reyes. Los tripulantes de este, al levantar el aparejo, se toparon con un artefacto de alrededor de medio metro, cubierto de algas y óxido. Dicen desde la Armada, que en esos casos debe devolverse al mar lo que del mar ha salido, balizar la zona y dar aviso inmediato. Pero en este caso no se hizo así: la tripulación, ajena al peligro que corría, siguió con su faena. Al llegar a la lonja entregaron su carga, dentro de una bolsa de plástico, a los responsables de esta sala de subastas, que dieron parte a la Guardia Civil. En un primer momento, las medidas de seguridad alrededor del proyectil fueron mínimas. «Eu pasei canda el un par de veces. Estaba onde as casetas dos mariñeiros, metido nunha bolsa de plástico», señalaba ayer una peixeira de O Grove. Sin embargo, pasadas las once de la noche se acordonó toda la zona de O Corgo, lo que obligó a desalojar el centro social de la tercera edad y avisar a los propietarios de las autocaravanas que estacionan en el muelle.

El cordón siguió hasta pasadas las diez y media de la mañana. Para esa hora, el artefacto ya había sido desactivado. «Todo quedó en una anécdota para las comparsas de Carnaval», señalaba el alcalde.