El alcalde inhabilitado del concello ourensano de Rairiz no dimite del cargo y se va de viaje a Tailandia

Sindo Martínez XINZO / LA VOZ

GALICIA

Santi M. Amil

La condena firme lo inhabilita a ocho años para ejercer cargo público por prevaricar en la concesión de contratos municipales

01 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Del frío de A Limia a las paradisíacas playas del lejano Oriente. De A Saínza a Tailandia. El alcalde del Concello ourensano de Rairiz de Veiga, Xaquín Rodríguez Ambrosio, exacalde del Bloque y del PP, y dentro de poco exedil, se ha ido de viaje a otras latitudes. La gira no sería noticiable si no fuera porque este alcalde supo hace ya diez días de la condena firme de la Audiencia Provincial de Ourense que lo inhabilita a ocho años para ejercer cargo público por prevaricar en la concesión de contratos municipales. El fallo le fue comunicado oficialmente el martes pasado.

Rodríguez Ambrosio anunció que presentará un recurso ante el Tribunal Constitucional. Sin embargo, esa apelación no detiene la ejecución de la sentencia, que deberá concretarse en las próximas semanas con la renuncia definitiva y la elección de un nuevo presidente de la corporación local. Rodríguez asegura que no le preocupa su sustitución. Ni su futuro. «Eu teño o meu traballo e nunca vivín da política», señala. Este agente forestal lleva como regidor de ese concello ourensano 16 años. Asegura que no tiene el menor apego al cargo y que su calidad de vida mejorará cuando deje el Ayuntamiento ya que podrá dedicar más tiempo a su familia.

Por su parte, el portavoz municipal del PSOE, Pablo Lorenzo, calificó este viaje de «novo esperpento». Y fue más allá: «O que fai este alcalde non ten precedentes. Nunha situación como a actual, sendo rexedor xa inhabilitado e negándose a firmar a súa renuncia; ¡marcha ao estranxeiro unha semana!». Lorenzo insistió en que los dos ediles socialistas no acudirán a reuniones o plenos municipales en el Ayuntamiento mientras Rodríguez no deje el cargo «do que o apartou a Xustiza». Y aventuró qué pasará con el alcalde: «Ante esta situación, penso que Rodríguez vai aguantar os quince días que lle habilita a lei para proceder á súa renuncia e despois, irase. Pero con este home facer presaxios é difícil». Pese a la crispación política en el Concello, la tranquilidad social es absoluta en este pequeño concello antelano, conocido en toda Galicia por la celebración de la fiesta de moros y cristianos de septiembre. La situación sí llegó a tener mala pinta hace un par de meses. Fue cuando el regidor se plantó en el establecimiento de Xinzo de Limia donde trabaja un concejal opositor, pidiendo hablar con él en tono supuestamente amenazante. El socialista Lorenzo advirtió por escrito a Rodríguez Ambrosio de que si volvía a hacer algo así, le denunciaría ante la Guardia Civil.

En este contexto, el presidente del PP de Ourense, José Manuel Baltar Blanco, calla y otorga ante todo el espectáculo. Recuerda que en Rairiz el PP no cuenta con ningún concejal tras la renuncia efectuada por todos los ediles tras la primera condena (ahora ratificada) contra Rodríguez Ambrosio.

La transición hacia el nombramiento de un nuevo regidor tal vez sea otro proceloso y largo viaje, como el de Tailandia. Los siete ediles sin partido integrados en el gobierno local de Rodríguez Ambrosio son de procedencia heterogénea. Están algunos independientes, exsimpatizantes socialistas, otros exintegrantes del BNG y varios exveteranos afiliados al PP baltarista y en su día rivales políticos del actual alcalde.

Un sustituto

La alcaldesa en funciones, enfermera de profesión y teórica favorita para relevar a Rodríguez Ambrosio, Josefa Asunción Morgade, lleva en política seis meses. Fue el fichaje estrella del alcalde como número dos en las pasadas elecciones, como independiente. Hay rumores sobre que quizá no sea ella la que acceda al final al sillón del alcalde. Lo lógico sería que Papa Noel trajese nuevo mandamás a las tierras de Rairiz. Sería de desear que después, los Magos de Oriente dejasen también algo de oro, incienso y mirra para un municipio de 1.456 habitantes, empobrecido y envejecido de gran valor medioambiental (englobado en la reserva de la biosfera). El lastre es el del rural ourensano: la despoblación.