La Xunta ofertará hasta 2.100 empleos públicos en el año de las autonómicas

serafín lorenzo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

El cambio en la tributación
La Voz

Educación convocará 1.000 plazas, y Sergas y Administración general, 1.100

24 nov 2015 . Actualizado a las 07:40 h.

El reto más apremiante que el Gobierno de Feijoo debe abordar en la recta final del mandato, la conversión de la mejora de los indicadores macroeconómicos en creación de empleo estable, capitalizó ayer el debate de totalidad del proyecto de Lei de Orzamentos. Mientras la Xunta insistió en mostrar la luz al final del túnel de la crisis, la oposición reprochó el elevado saldo de damnificados que dejan seis años de recortes. El Ejecutivo justificó su optimismo en la expectativa de rentabilizar el crecimiento económico con la generación de 18.000 puestos de trabajo antes de los comicios autonómicos del otoño próximo, de los que más de 2.000 serán públicos. Los grupos de la oposición recriminaron que los 250.000 parados que tiene Galicia son 90.000 más que cuando el PP retornó al poder, en el 2009. Unos y otros solo coincidieron en desdeñar por electoralista el discurso del contrario. Todos piensan ya en las generales.

En ese contexto, el conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez defendió unos Orzamentos «expansivos» para el 2016, que presentó como «da recuperación, do crecemento e da xente». Martínez incidió en los grandes ejes estratégicos de unas cuentas que incluyen 8.804 millones de gasto no financiero, 365 más que las del ejercicio en curso. Resaltó la apuesta por la política social, en línea con el ajuste aplicado por Feijoo en el organigrama de su Ejecutivo, y por la rebaja del IRPF, que Facenda asegura que propiciará un ahorro medio de 380 euros para el 98,5 % de los declarantes. El titular de Facenda subrayó que esas y otras medidas, como el cheque bebé de 100 euros al mes con vigencia limitada al 2016, son posibles gracias a la disciplina contable que la Xunta ha seguido a rajatabla durante los años más crudos de la crisis. Este fue otro frente de discusión. Martínez, que admitió que en Galicia «pasamos momentos moi duros», señaló que esas políticas impositivas y sociales son el fruto del rigor de la comunidad en el control del déficit y de la deuda pública. La oposición rebatió que esa posición inflexible solo consiguió agravar el impacto de las restricciones sobre los servicios públicos esenciales.

El responsable de Facenda deslizó en su intervención que serán hasta 2.100 las plazas de empleo público que la Xunta convocará el próximo año, cuando los gallegos volverán a ser llamados a las urnas para decidir el signo de su futuro Gobierno. Martínez avanzó el trazo grueso de una oferta que por ahora es solo una previsión que cada consellería deberá afinar con los sindicatos, como paso previo a su aprobación por el Consello de la Xunta. De esos 2.100 puestos, Educación convocará 1.000, y los 1.100 restantes, el Sergas y la Administración general. La convocatoria duplicará así la del presente ejercicio, en un nuevo guiño de la Xunta a uno de los sectores que, como reconoció el conselleiro de Facenda, está resultando más penalizado por los recortes.

Martínez se topó con una oposición dura en el ataque a unas cuentas «de marcado cheiro electoralista». Méndez Romeu (PSdeG) acusó al Ejecutivo de «aproveitar a crise para destruír o Estado de Benestar». Francisco Jorquera (BNG) objetó que esos Orzamentos «alimentan a falsa ilusión da saída da crise, ignorando que o 90 por cento dos empregos que se crean son precarios». Beiras (AGE) ironizó que son las cuentas «do que veña por detrás que arree». Pero la Xunta no aceptó enmiendas. «Son os Orzamentos da recuperación certa, do crecemento e, sobre todo, da xente», resolvió el conselleiro de Facenda.

PSOE

Los socialistas hablan de «optimismo irreflexivo». El Grupo Socialista considera que las expectativas de mejora de la economía y el empleo de la Xunta carecen de base sólida en sus cuentas. «Non hai ningunha directriz nova ou iniciativa para saírnos do estancamento», reprobó su portavoz, que opinó que el Ejecutivo peca de un «optimismo irreflexivo» en unos Orzamentos que «abren a campaña electoral». Méndez Romeu echó en falta políticas nuevas y bien dotadas presupuestariamente para «recuperar os dereitos sociais tan gravemente deteriorados». Apuntó a Feijoo como «corresponsable, con Rajoy, do clima de ruptura que se vive en España». No solo por la crisis catalana, advirtió, sino por la brecha social «entre aqueles aos que lles vai moi ben e aos que lles vai moi mal».

AGE

Beiras critica la hipoteca para el futuro Ejecutivo. El portavoz de AGE, Xosé Manuel Beiras, aportó un foco distinto al debate de las cuentas de la Xunta, al sostener que representarán una hipoteca para el Gobierno que saldrá de las urnas en las próximas autonómicas. Beiras consideró contradictorio el mensaje del conselleiro de Facenda de que el Ejecutivo no hizo antes unos Orzamentos «expansivos» por la caída de ingresos. Observó que esos ingresos no eran posibles con «políticas procíclicas, que agravan a depresión». Además de recordar que la deuda supera ya los 10.000 millones, Beiras recreó el discurso en el que imputa a la Xunta la perpetración de un «crime social», que «ademais de deteriorar gravemente as condicións de vida da maioría, agrava a recesión».

BNG

«O Goberno tenta salvarse á desesperada». El BNG aprovechó el debate presupuestario para pasar factura a la Xunta por el «desastre económico e social provocado polas súas políticas». Su portavoz parlamentario, Francisco Jorquera, aseguró que parte de los empleos que se están creando en Galicia son contratos de semanas o incluso días, y recriminó al Gobierno de Feijoo que «tenta salvarse á desesperada» con unos Orzamentos que no considera creíbles. «Levan seis anos dicindo que Galicia vai saír antes da crise e con máis vigor que ninguén, e resulta que no 2014 estivemos á cola do Estado en crecemento», proclamó. Entre sus enmiendas, el Bloque recuperó sin éxito propuestas como crear un impuesto a las grandes superficies comerciales y a la banca.

Grupo mixto

«O paro non aumentou porque a xente emigra». La parlamentaria Consuelo Martínez, que representa en el Grupo Mixto al colectivo Cerna, escindido de Anova, afeó a la Xunta que hable de crear empleo «como se tivéramos avanzado algo». Advirtió que «se non aumentou máis o desemprego é porque a xente se deu de baixa e porque emigrou masivamente buscando oportunidades de traballo noutros países». Martínez imputó al Ejecutivo del PP la «pobreza absoluta da clase traballadora», y manifestó que las cuentas que defendió el conselleiro de Facenda no son las que Galicia precisa. Abogó por priorizar la intervención eficaz de la Xunta para recuperar la actividad económica y estimular la creación de empleo, fijar población y proteger a los más perjudicados por la crisis.

Facenda certifica que la economía crecerá este año un 2 % y la oposición ve electoralismo

La precampaña de las generales que lleva condicionando la agenda política desde el día después de las municipales de mayo impregnó ayer el debate parlamentario de las cuentas de la Xunta para el 2016, que para redondear la coyuntura será año de autonómicas. Ese clima preelectoral planeó sobre todas las intervenciones. El conselleiro de Facenda reconoció en varias ocasiones que el Ejecutivo podrá aplicar el año que viene medidas que hubiera querido poner en marcha antes. «Pasamos momentos moi duros, pero estamos convencidos de que pronto poderemos recoller os froitos de tanto sacrificio», manifestó Martínez en referencia a ajustes como el del IRPF, «a maior rebaixa fiscal da historia da comunidade autónoma». Ratificó la «ultraprudente» previsión de que Galicia cerrará el año con un 2 % de crecimiento. Para el 2016 mantiene el 2,5.

Pero la oposición se afanó en buscar las sombras tras esos destellos «electoralistas». El nacionalista Francisco Jorquera señaló que la caída del desempleo oculta que cada día 76 gallegos hacen la maleta para buscar trabajo fuera. La primera intervención matutina de Méndez Romeu coincidió con la presencia de Feijoo en el hemiciclo, que el portavoz socialista aprovechó para personalizar sus críticas: «Non me estraña que queira fuxir canto antes. Están provocando a morte por extinción da sociedade galega». El contexto electoral deparó incluso alguna reflexión en clave interna. Consuelo Martínez, de Cerna, achacó a «minorías pitoñas» el naufragio de la tentativa de unir el nacionalismo y la izquierda rupturista en una lista única.