Sogama: 800.000.000 kilos de basura

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

GALICIA

La ampliación del complejo medioambiental de Cerceda es imprescindible para aumentar la fracción que se recicla y para arrancar con el compostaje

23 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Sogama batirá este año un nuevo récord. Si todo sigue según lo previsto, el 31 de diciembre en el complejo medioambiental de Cerceda habrán tratado casi 600.000 toneladas de basura, un cifra muy difícil de lograr si se tiene en cuenta que la capacidad máxima de la instalación es de 550.000 toneladas.

Sin embargo, los 295 concellos que están adheridos a Sogama generan muchos más desperdicios, cerca de 800.000 toneladas. La diferencia son los 200 millones de kilos que alimentan el enorme vertedero de Areosa (330.000 metros cuadrados), ese que en el 2017, con la puesta en marcha de la ampliación, quedará únicamente para la fracción de la basura que no sea aprovechable de ninguna manera. Será, en principio, una cantidad muy limitada porque al recinto solo le quedan 8 años de vida.

Sogama lleva años insistiendo con el tema de las tres erres (reciclaje, recuperación y reducción), una cantinela que todavía está muy lejos de calar en la ciudadanía, sobre todo porque menos del 3 % de toda la basura que llega al complejo procedente de los contenedores amarillos, esos que solo deben contener plástico, briks y envases ligeros. De toda la mezcla de basura sí se recupera algo (aluminio, acero y vidrio), pero poco. El verdadero trabajo medioambiental ha de realizarse en origen y son los ayuntamientos los principales responsables, pero también los beneficiarios, porque cada kilo que va en la bolsa amarilla supone una rebaja en el canon de Sogama.

Javier Domínguez Lino, presidente de la sociedad, reconoce que los datos en cuanto a reciclaje, «son bajos en comparación con el resto de España» y cree que los concellos podrían hacer más al respecto.

Para el responsable de Sogama la educación ambiental es una carrera de fondo, que comienza en el colegio, por lo que todavía tardará en dar sus frutos.

Para acercarse a las demandas europeas, Sogama tiene que aumentar su capacidad de tratamiento. El 2017 será su año. Para entonces habrá de incrementar su capacidad en un 36 % y podrá tratar la inmensa mayoría de la basura que le llega. No solo menguará el vertedero, que está abierto desde el principio, sino que aumentará el material que se envía a los centros recicladores. De la bolsa negra se podrán separar los envases ligeros y habrá una planta de compostaje para 15.000 toneladas.

El próximo año Sogama tendrá que ocuparse de otras 800.000 toneladas porque está todavía lejos la erre de reducción. Llegan a Cerceda, de día y de noche, en camiones o en trenes y son recibidas en un gran foso desde donde pasan a la zona de selección para separar vidrio y metales. Lo que queda se prepara para ser convertido en combustible, previo secado, para la planta termoeléctrica. Al final, las casi 600.000 toneladas de basura se transforman en energía, que se vende a la red general, pero también en cenizas.