Revolución urbana en el Lérez

Manuel Blanco MADRID / ENVIADO ESPECIAL

GALICIA

CAPOTILLO

La Fundación Pons presenta en Madrid un libro dedicado a la transformación y el modelo de ciudad de Pontevedra

21 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Estamos en Nueva York y creemos que somos los números uno y que lo hacemos todo bien, pero de vez en cuando otra ciudad nos muestra lo que realmente se puede hacer. Pontevedra es un caso digno de estudio por todo lo que una ciudad puede hacer para transformarse a sí misma en una comunidad saludable». Hace solo unos meses, David Burney regaló desde la Gran Manzana los oídos de todos los pontevedreses en la entrega al Concello del Lérez del premio del Center for Active Design Excellence, una entidad ligada a la Fundación Bloomberg que reconoce los modelos urbanísticos ejemplares. Esas palabras de Burney, presidente del jurado, han sido recicladas como una suerte de epílogo de Pontevedra, otra movilidad, otra ciudad, el libro editado por Pons Seguridad Vial que ayer se presentó en Madrid.

Esta publicación es el arranque de una serie más amplia en la que la editorial -muy conocida por editar manuales para las autoescuelas de todo el país- abordará los nuevos retos y propuestas relacionadas con la movilidad responsable. Este primer número está dedicado íntegramente a la transformación de una ciudad, Pontevedra, que ha pasado en algo menos de dos decenios de ser una urbe un tanto gris y atestada de coches, a un ejemplo de convivencia sostenible en la que los peatones (y no los turismos) son los protagonistas del latir de la calle.

El libro repasa con detalle toda la arquitectura que ha sostenido la transformación: desde las fuentes de inspiración a las peatonalizaciones, el calmado del tráfico o los populares caminos escolares, el metrominuto... Un abanico de medidas muchas de las cuales fueron contestadas en origen por los propios pontevedreses, para acabar siendo aceptadas y defendidas por el conjunto de la población.

Un modelo que pasa por encima del concepto de las smart cities (ciudades inteligentes), más inclinado a llenar las urbes de tecnología como trampolín hacia la calidad de vida. Pontevedra ha apadrinado el término smart people (personas inteligentes), consciente de que el éxito de su multipremiada transformación urbana habita en la asimilación por parte de sus vecinos de modos de conducta responsables y saludables que, agrupados y defendidos como una tarea coral, mejoran el transitar cotidiano del municipio.

El alcalde de Pontevedra, Miguel Anxo Fernández Lores (BNG), y su mano derecha en el Concello y vicepresidente de la Diputación, César Mosquera, asistieron ayer a la presentación del libro en la sede de la Fundación Pons, un coqueto palacete situado en la calle Serrano de Madrid. Lores se mostró crítico con la pasividad de muchas capitales, entre las que citó a Madrid o Barcelona, incapaces de activar políticas que favorezcan a las personas en detrimento de los coches. El regidor y Mosquera insistieron en un concepto que fue sustancial para sostener la transformación de la urbe del Lérez: «Los ciudadanos fuimos expulsados de las ciudades y debemos devolvérselas. Hablamos de que las ciudades tienen que ser para las personas pero no hacemos nada para corregirlo», advirtieron.