El 2015 es considerado por los expertos un año «extraño» desde el punto de vista meteorológico, en el que el cambio climático y «el Niño» influyen
19 nov 2015 . Actualizado a las 18:54 h.Del aire sahariano al frío polar en quince días. Noviembre empezó con máximas de hasta 27 grados y este fin de semana una masa de aire polar marítimo desplomará las temperaturas. El 2015 está siendo, a mes y medio de que termine, un año «extraño» desde el punto de vista meteorológico. ¿Qué ocurre? El cambio climático puede estar influyendo en la subida año tras año de las temperaturas, pero en cuanto a las precipitaciones, los meteorólogos aluden a dos razones: la variabilidad natural y la falta de memoria climática.
A excepción del año 1998, los diez años más cálidos desde 1880 se han producido a partir del año 2000, «lo que constituye una muestra más de un calentamiento global constatado, inequívoco y de evolución creciente», señalan el climatólogo Jonathan Cantero y el sociólogo David Leal en un informe sobre el cambio climático.
Aunque el 2015 ha pulverizado varios récords de temperaturas en otoño y ha dejado una de las primaveras más secas de los últimos años, Juan Taboada, de MeteoGalicia matiza que «la memoria en cuanto al clima no es muy fuerte», lo que hace que «comparemos un año concreto con un clima de muchos años». Pero reconoce que «es verdad que hay alteraciones y este año ha sido realmente extraño, con una primavera cálida y seca, un verano que entró fortísimo con mucho calor y sequía en junio y julio, y que luego cambió de forma brusca en agosto».
Si este año ha llamado la atención por ser muy cálido, también se ha caracterizado por ser especialmente seco. Lo que contrasta aún más con el invierno anterior, el del 2013-14, en el que un tren de ciclogénesis explosivas azotó Galicia, batiendo récords en precipitaciones, vientos y número de alertas roja. Taboada explica que «así como en temperatura, podemos ser bastante concluyentes y decir que el cambio climático puede estar detrás de estos extremos, en lluvia no es así, la lluvia es un meteoro mucho más variable y más difícil de encasillar. Simplemente ha sido una variabilidad natural».
Lluvia persistente y cota de nieve en los 1.000 metros el fin de semana
El fin de semana se producirá un cambio brusco de tiempo. Los vientos cambian a componente norte, las bajas presiones empiezan a afectar a la comunidad y entra el aire frío. «Es un cambio brusco, pero sin duda es lo habitual en esta época del año», señala Taboada. Las lluvias serán generalizadas y persistentes a partir del sábado por la tarde y las máximas sufrirán un desplome significativo, con valores entre 10 y 15 grados. La cota de nieve se situará en los 1.000 metros, por lo que podría nevar por primera vez en el otoño en el sistema montañoso gallego. El viento de norte se mantendrá los días siguientes.