Bravo Bosch declaró en el juzgado que comió con el cerebro de la Patos

e. v. pita VIGO / LA VOZ

GALICIA

M.MORALEJO

La exdelegada de la Xunta en Vigo fue la primera política en declarar como imputada por la trama de amaños de concursos de obra pública y enchufes

11 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La exdelegada de la Xunta en Vigo, María José Bravo Bosch, imputada en la operación Patos, reconoció haberse reunido en una comida con el dueño de la constructora Eiriña, Enrique Alonso Pais, considerado el cerebro de la trama de tráfico de influencias, y el vicepresidente de la Diputación de Pontevedra, José Manuel Figueroa. Bravo Bosch matizó que previamente le consultó al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, sobre la conveniencia de aceptar el encuentro. Según dijo, Feijoo la autorizó e incluso le habría dicho que era muy recomendable asistir, según revelan fuentes cercanas al caso.

La exdelegada fue ayer la primera política en declarar como imputada por la trama de amaños de concursos de obra pública y enchufes. El interrogatorio giró en torno a las supuestas comidas y reuniones que habría mantenido con el dueño de Eiriña y el intercambio de mensajes telefónicos entre ambos.

Declaró durante una hora en la sala de audiencias del juzgado de instrucción número 7 de Vigo a puerta cerrada. Bravo respondió a las preguntas del fiscal de delitos económicos y de una decena de abogados defensores. Al salir, dijo a la prensa que la declaración le había salido «bien», que lo había hecho «confiada y con honestidad» y que esperaba haber podido aclarar a la jueza su participación en estos hechos.

El fiscal imputa a Bravo por diversas irregularidades que le atribuye la policía, sobre todo por la concesión de un curso de formación a la empresa Aulatel FyC SL, la recolocación laboral de una persona, unos contratos en Meixoeiro, Vilagarcía y Panxón, y la adjudicación de obras menores a Idmaco y otro empresario, así como varias obras del Consorcio del Casco Vello, que dependía de ella, y por su hipotética mediación a favor de la constructora Eiriña en los contratos de la Diputación Provincial.

En un mensaje, Pais le preguntó a Bravo si podía quedar y ella le contestó: «Sí, Thank you». La exdelegada negó que hubiese colegueo o que le agradeciese algo sino que fue una fórmula cortés porque es educada. También negó haber asistido a una comida con Pais en el asador Saillo de Vigo, en la que el constructor llamó para reservar mesa para ella y su jefe de gabinete. La exdelegada refirió que sus contactos con Pais solo tenían relación con unas obras para rehabilitar locales en el barrio vigués de Navia que iban a ceder a asociaciones sin ánimo de lucro. También le preguntaron si Pais le había reformado la casa de unos allegados. Y admitió que no tenía buena relación con el expresidente y el exvicepresidente de la diputación de Pontevedra, también imputados.