Los socialistas se hacen con la presidencia del organismo que aglutina a los concellos gallegos y prestan votos al BNG para conseguir la vicepresidencia segunda en detrimento de las mareas
31 oct 2015 . Actualizado a las 00:39 h.Cinco meses después de las elecciones del 24 de mayo, el relevo en la cúpula de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) se saldó ayer con cierta sorpresa. El PSOE no solo tomó el mando de la entidad en detrimento del PP, como estaba previsto, sino que alcanzó un inesperado pacto con el BNG para cerrar a las mareas las puertas del poder en la institución. La jugada se presta a una segunda lectura política e incluso a una tercera: como socios, los de Besteiro prefieren claramente a los de Vence antes que a los de Beiras y compañía; y la hipotética candidatura de unidad popular para las generales del 20D, si aún tenía algún viso de prosperar, se ha esfumado definitivamente.
Asignados en función de la población de los territorios gobernados por cada quien, a la asamblea general del organismo que aglutina a los 314 concellos y a las cuatro diputaciones los socialistas acudían con 750 votos teóricos, los populares con 666, el Bloque con 183, las candidaturas de la izquierda rupturista con 155, Compromiso por Galicia (CxG) con 27, Terra Galega (TeGa) con 20 y los independientes con 77. Rompiendo la tradición de respetar el orden preestablecido, las mareas habían logrado seducir a CxG y a una mayoría de los no adscritos para rebasar a los nacionalistas, erigirse en tercera fuerza y lograr así una vicepresidencia. Sabedor de ello, el BNG se ganó el respaldo de TeGa y lanzó un SOS al PSOE. Y, como los progresistas contaban con un mullido colchón, acudieron al auxilio de los frentistas poniendo a su disposición medio centenar de sufragios, aproximadamente.
Producto de esas negociaciones, con una participación en sala del 93,5 % del censo, los de Besteiro recabaron 674 avales, 605 los de Feijoo, 250 los de Vence y 228 la lista impulsada por las mareas. De modo que los socialistas se han hecho para el período 2015-2019 con la presidencia de la Fegamp y con su vicepresidencia ejecutiva, que ocuparán, respectivamente, los alcaldes de O Barco (Ourense), Alfredo García, y Oroso (A Coruña), Manuel Mirás. Los conservadores arañaron la vicepresidencia primera para Alfonso Villares, primer edil de Cervo (Lugo), y los nacionalistas, la segunda para su homólogo en Carballo, Evencio Ferreiro.
En la ejecutiva el PSOE dispondrá de nueve asientos; el PP, de cinco; el BNG, de dos; y las mareas, de uno, para el regidor de Sada, Benito Portela.
El nuevo jefe de los primeros ediles se estrena pidiendo derogar la reforma local de Montoro
En su primer discurso tras ser proclamado presidente de la Fegamp, Alfredo García exigió la derogación de la reforma local de Cristóbal Montoro, reclamó un nuevo marco financiero para los municipios, lamentó las «fortes e inaceptables restriccións de gasto» que estos padecen, ofreció «diálogo aberto e sinceiro» a la Xunta y demandó que en el reparto de fondos estatales cese la «discriminación» a los ayuntamientos de la comunidad. En su intervención, el jefe del Ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijoo, invocó la debida «lealdade e cooperación institucional», al tiempo que alabó al regidor de O Barco, de quien dijo: «Acreditou experiencia, talante e oficio para ser o líder dos alcaldes». El predecesor de García, José Manuel Rey, ahora conselleiro de Política Social, prometió a los concellos más personal para servicios básicos y el presidente de la FEMP, Abel Caballero, llamó a la «revolución» del municipalismo.