Cada uno en sus competencias
Pero el debate de los aeropuertos también lo es de competencias. La Xunta lo tiene claro. La ordenación aeroportuaria compete al Estado, como los distintos gobiernos (tanto del PP como del PSOE) se han encargado de esgrimir para desbaratar las demandas de Galicia para un traspaso de competencias en ese ámbito. Consciente de que le toca pilotar a Fomento, el Ejecutivo de Feijoo evitó asumir el control de este segundo comité aeroportuario. No quiso cometer el error en el que incurrió en el primero, cuando aceptó la presidencia del ente y se llevó los palos de la competición localista que emprendieron las ciudades. Fue Fomento el que congeló el comité durante 19 meses y el que ahora, a menos de dos para las elecciones generales, ha considerado oportuno convocarlo de nuevo.
Pero también la Xunta tiene mucho que decir. La movilidad es el libro del que habla ahora. Y más vale, porque también en este campo todo está por hacer. El billete único de bus y tren para conectar las tres terminales, en el que será necesaria la colaboración de las ciudades, busca mitigar el problema. En Oporto lo solventan las propias aerolíneas que fletan cada día decenas de autobuses para llevar a los viajeros gallegos. Claro que al Sá Carneiro llega el metro y en Galicia el AVE pasará de largo.