Extremadura y Valencia se desahogan con el AVE gallego

GALICIA

MARTINA MISER

Vara ve desvío de dinero a Galicia y la patronal valenciana cree que Rajoy prioriza su tierra

22 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Los ataques al AVE gallego, más o menos virulentos, llegaban hace tiempo desde Cataluña. Ahora, las denuncias de que el Ejecutivo de Rajoy beneficia de alguna manera a Galicia en detrimento de otros territorios vienen desde la patronal de la Comunidad Valenciana y desde el Gobierno extremeño del PSOE, que acusó ayer al central de desviar a Galicia parte de las inversiones que iban destinadas al ferrocarril a Extremadura. 

El presidente de e la Confederación de Organizaciones Empresariales de la Comunidad Valenciana (Cierval), José Vicente González, criticaba el descenso en la inversión en el corredor mediterráneo, «mientras no hay ningún problema en invertir cifras cuatro veces mayores que las de la Comunitat en el AVE que va a Galicia, casualmente». Esta última expresión -el «casualmente»- es un matiz importante. Es habitual en los discursos de líder de la patronal valenciana relacionar el lugar de origen de los distintos presidentes o ministros de Fomento con el empuje a las infraestructuras de su tierra natal. Aznar impulsó el AVE a Valladolid, que inauguraría Zapatero en el 2007. Magdalena Álvarez llevó el tren rápido a Málaga. Y ahora Rajoy y Pastor -y antes José Blanco- estarían haciendo lo mismo con Galicia.

Fuentes de la patronal valenciana explican que su presidente no pretende que no se invierta en el AVE gallego, pero sí cuestiona el criterio de reparto. «No se trata de tener más que los demás, pero tampoco menos», dijo en una ocasión. Pero también es verdad que la inversión en el corredor para el 2016 es de 1.343 millones, mientras que el nuevo acceso a Galicia está por detrás con 1.160. La patronal valenciana cree que su comunidad está infrafinanciada, aportando al resto de España más de lo que recibe. Pero también hay que recordar que Valencia y Alicante están ya conectadas por alta velocidad y a Castellón le tocará en breve. Galicia aún deberá esperar tres años.

El caso de Extremadura podría definirse como una pelea entre pobres, azuzada por la proximidad de la campaña electoral. Su presidente, Guillermo Fernández Vara, se siente engañado por el Gobierno de Rajoy respecto a 100 millones de euros procedentes de la UE que iban a destinarse al ferrocarril de esa comunidad, también en la periferia, como Galicia. Ese dinero, aseguró, «que estaba previsto invertirse en Extremadura, se va a Galicia y a Levante».

Mientras, la ministra de Fomento, Ana Pastor, explicó didácticamente lo que sucede. Galicia, dijo, recibe ahora lo que no recibió «en muchos años».