Besteiro toma el control del partido en Lugo y Ourense

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

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El líder del PSdeG lamina a sus disidentes en las listas con el apoyo de Ferraz y su futuro ya solo depende de una jueza

18 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Andaban muy aldraxados los diputados socialistas el pasado miércoles porque su secretario general, José Ramón Gómez Besteiro, visitó el Parlamento y a su portavoz para seguir el debate de la autonomía, aunque cometiendo la «descortesía» de no reunirse antes con todo el grupo para impartir doctrina y ejercer de líder. Eso le valió a más de uno para afear la conducta del jefe, proclamar su «debilidad» y mostrarlo como el «muerto viviente» de la política gallega. El PSdeG funciona así, como una pelea filipina de gallos. Es un partido tan animado que cualquier gesto puede servir de excusa para saltar al corral a clavarse los espolones.

Pero Besteiro parecía el miércoles más pendiente de su móvil que del conciliábulo parlamentario. Y es que ese mismo día cerró la operación para recuperar el mando en la provincia de Lugo, que se le escapó de las manos con la crisis del día de San Xoán, cuando el PP se alzó efímeramente con la presidencia de la Diputación de Lugo, mientras uno de sus detractores, González Santín, mantenía el timón del partido. Tres meses después, Besteiro logró poner al frente de la Diputación a un alcalde de confianza, el de A Pontenova, y le encomendó a su fiel escudero Lucho Lago la tarea de presidir la gestora provincial del PSOE para pasar la página de Santín.

Con Lugo recuperado, la estrategia se amplió a Ourense. La elaboración de las listas electorales le brindaron a Besteiro -y también a Pedro Sánchez- la ocasión de depurar a sus críticos parapetados en torno a la figura de Pachi Vázquez. A la diputada Laura Seara y al senador Miguel Fidalgo, pachistas de pata negra, ni falta hizo que interviniera Ferraz para apearlos de las listas. El propio Pachi Vázquez los dejó en la cuneta al detectar que no tendrían apoyos, por lo que intentó él mismo facilitar la alternativa promoviendo nombres como los de Sandra Álvarez y Teté Taboada Capón, que fueron realmente los que defendió sin éxito la dirección provincial del partido, apuntan desde Ferraz.

La operación de Ourense aún está incompleta. Por lo de pronto, Besteiro aplacó al pachismo promoviendo como candidatos en dos personas muy afines al PSOE, aunque técnicamente sin carné, como son Rocío de Frutos y García Mañá. Y el círculo se cerrará el próximo día 30 cuando el alcalde de O Barco, Alfredo García, sea elegido presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp). García, que aparte de antipachista y defensor del cambio hecho en las listas del PSOE, puede convertirse en la pieza de Besteiro para ampliar todavía más su influencia en Ourense. Por lo de pronto, Alfredo García ya es el presidente provincial del partido.

Con la provincia de Pontevedra bailando al ritmo que marca desde Vigo Abel Caballero, que comparte con Besteiro la condición de imputado judicial, al líder del PSdeG le queda pendiente la tarea de establecer una Pax duradera en la provincia de A Coruña. Este es el verdadero talón de Aquiles del partido, el territorio que el PSOE necesita recomponer si quiere recuperar algún día el timón de la Xunta.

Ahora bien, aunque Besteiro empezó a recuperar terreno en el partido con las operaciones de Lugo y Ourense, su futuro político no depende de sí mismo, sino de la jueza que le imputó cuatro delitos. Si no libra de ese asunto, y muy bien no pinta, tendrá razón ese diputado que mira a Besteiro y ve un zombi.