El presidente y editor de La Voz de Galicia destacó la proyección universal de Darío Villanueva. También defendió la vigencia de la Constitución y la cultura del pacto
06 oct 2015 . Actualizado a las 19:11 h.El presidente y editor de La Voz de Galicia, Santiago Rey Fernández-Latorre, agradeció la presencia del Rey en la entrega del premio, recordando su presencia en el año 2003, en este mismo acto. El presidente, que se dirigió al monarca en un primer momento en gallego, subrayó de Felipe VI su figura, «que hoxe se alza como o símbolo certo da nosa capacidade de superación, proxecta no mundo a mellor imaxe do noso país».
Santiago Rey dijo sentir en la entrega de este premio «la emoción de la primera vez. Siento, con el jurado, la satisfacción de reconocer a un gallego de proyección universal, nacido en una tierra que nunca ha reparado en fronteras ni se ha ensimismado, sino que ha salido siempre al mundo a ofrecer su trabajo y su talento». Destacó también el presidente de La Voz los estudios efectuados por el premiado Darío Villanueva y el impulso que ha dado a la Academia. También tuvo palabras para referirse a la crisis que atraviesa el periodismo: «Es cierto que el periodismo vive hoy su gran encrucijada. No faltan dificultades e incógnitas sobre su evolución. Pero el buen periodismo es y será la herramienta indispensable de la convivencia. El instrumento de la participación y la cohesión social. Me refiero a las empresas y profesionales que se forjan en la búsqueda de la verdad, del conocimiento de la realidad, del servicio a una sociedad madura. Es inimaginable una sociedad libre, civilizada, democrática y dueña de sí misma sin medios de comunicación solventes».
El presidente de La Voz hizo en su discurso una apasionada defensa del diálogo y el pluralismo: «Si construyésemos puentes, en lugar de levantar barreras, no asistiríamos desalentados al drama insoportable de los refugiados que huyen de la guerra y encuentran el portazo de Europa. Y aquí, en España, no habríamos permitido que algunos que se llaman políticos confundan la plaza pública con un campo de batalla, y vean al que piensa distinto como el enemigo al que hay que aniquilar».
Santiago Rey Fenández-Latorre defendió la vigencia de la Constitución y la cultura del pacto, hizo un llamamiento a los políticos para que abandonen las refriegas y se centren en atender los problemas reales de la gente: «Tomamos de Su Majestad el ejemplo de dedicación y servicio, la confianza firme en que todos los obstáculos se pueden remover y, desde luego, la convicción profunda de que el futuro que le espera a España ha de ser siempre mejor».