Feijoo realiza su mayor crisis de gobierno para remontar a un año de las elecciones

M. Cheda SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Los cambios en el equipo de Gobierno de la Xunta
La Voz

El presidente se rodea de un Ejecutivo más político, reduce el peso de las mujeres, rebaja 3 años la edad del Gabinete, sube un 25 % las consellerías y deja caer a la titular de Sanidade

05 oct 2015 . Actualizado a las 10:38 h.

«Non podemos vivir do recordo das victorias electorais». Cuando Alberto Núñez Feijoo lanzó esa advertencia a la junta directiva de su partido, el pasado viernes, el presidente de la Xunta ya sabía exactamente lo que iba a hacer 48 horas más tarde. Ayer, el mandatario popular efectuó su mayor crisis de gobierno, la quinta desde que en abril del 2009 llegó a San Caetano. Con los cambios, el Ejecutivo adquiere perfil político, cae en él el peso de las mujeres, baja su edad media en tres años, desaparece la quemada titular de Sanidade y sube un 25 % el número de consellerías. El principal mensaje de forma, escenificar que el contexto económico ha variado -la Administración manejará en el 2016 438 millones más que en el 2015- y que el PPdeG sabe responder ante los castigos electorales. El gran objetivo de fondo, remontar a 12 meses de las autonómicas.

La transformación en el organigrama del poder, que esta mañana se materializará con la toma de posesión de sus nuevos miembros, hunde su raíz en el 24 de mayo, cuando tuvieron lugar los comicios municipales. Aquella noche, Feijoo encajó apesadumbrado el peor resultado de los conservadores en la comunidad desde 1987. En apenas media semana, no obstante, se levantó de la lona y diseñó una estrategia en tres tiempos: acorde con la mayor disponibilidad presupuestaria, ordenó imprimir un giro social a la acción gubernamental; encargó una ponencia para «renovar políticas e actitudes» en el partido, la cual fue aprobada hace tres días definitivamente; y aventuró movimientos «nos equipos», que es esencialmente de lo que va todo lo de ayer.

Este último golpe en la mesa lo ha dado como a él le gusta: por sorpresa, exigiendo total confidencialidad a los implicados, y marcando personalmente los tiempos, incluso desoyendo consejos para que lo pospusiera hasta la resaca de las generales del 20 de diciembre. Subyacen varios titulares en la operación. En el plano estadístico, la edad media del Gobierno disminuye desde los 51 hasta los 48 años. La cuota femenina en el conjunto de los conselleiros desciende al 40 %, lejos del 50 % en que se encontraba hasta la fecha y más aún del 62,5 % en que se situó entre junio del 2014 y febrero del 2015. Y los departamentos pasan a diez: dos más que hasta el momento, los mismos que en el período de la primavera del 2009 a enero del 2012 y tres menos que con el bipartito de PSOE y BNG.

Con esta crisis, asimismo, Feijoo corta una cabeza, algo que en seis años y medio solo había hecho una vez antes, en diciembre del 2012, cuando se deshizo del entonces responsable de Industria, Javier Guerra. En esta ocasión suelta lastre con Rocío Mosquera, cuya continuidad al frente de la sanidad pública se había vuelto prácticamente imposible tras las polémicas del ascenso de su marido, del comité de bioética, de la hemodinámica de Lugo y del flamante hospital de Vigo.

En lo estructural, el presidente desgaja tres consellerías. La de Traballo e Benestar, para enviar las competencias sobre empleo a la Economía de un cada vez más reforzado Francisco Conde y para crear la agradecida cartera de Política Social, que asume José Manuel Rey Varela, exalcalde de Ferrol, jefe de campaña del PPdeG para el 20D y figura en alza dentro de la grey conservadora. La de Medio Rural e do Mar, brindando un guiño al campo tras el conflicto de los tractores y deshaciendo así la fusión que había realizado en el 2012. Y la de Medio Ambiente, Territorio e Infraestruturas, para separar el cemento de la filosofía.

En lo nominal, con esta operación, el líder popular resta atribuciones a tres colaboradoras para dar entrada en la cúpula a otros tantos cargos. Pierden relevancia Rosa Quintana, que se quedará únicamente con Mar; Beatriz Mato, que pasará a llevar Medio Ambiente e Ordenación do Territorio; y Ethel Vázquez, que habrá de conformarse con Infraestruturas e Vivenda.

En el polo opuesto al de ellas emergen el citado Rey Varela, líder de la oposición en su ciudad natal, y dos regidores. Por incompatibilidad legal, todos ellos planean dimitir como ediles hoy a las 8.00 horas. Ánxeles Vázquez cede el bastón de mando del muy ganadero concello de Melide (A Coruña) para ocuparse de Medio Rural; y Jesús Vázquez Almuíña, el de Baiona (Pontevedra) para asir el timón de una Sanidade que, como antiguo director provincial del Sergas, conoce bien.

«Esta renovación supón un novo impulso social, económico e territorial para abordar a nova etapa de crecemento», expuso la Xunta en un comunicado.