Belén Hospido: «No hay una sola prueba de cargo para condenarlos»

Juan Capeáns, Alberto Mahía SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOÁN A. SOLER

La letrada de Alfonso Basterra dice que su defendido «no ha mentido nunca» y que tiene una personalidad especial

01 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de casi dos años sin escuchar su voz en lo que respecta al caso Asunta, Belén Hospido habló. La abogada de Alfonso Basterra convirtió de alguna manera su alegato inicial en una especie de confesión, justificando por un lado sus silencios, pero sobre todo los de su defendido: «Todo lo que él ha hecho tiene una explicación. Alfonso Basterra no ha mentido nunca», proclamó la letrada, quien considera que ella misma se ha visto afectada en su labor por la dimensión mediática del caso. Durante la instrucción, bajo secreto de sumario, «me enteraba por las mañanas de noticias, y eso condicionó mucho nuestro trabajo».

Hospido habló en plural en muchas ocasiones para arropar con sus argumentos también a Rosario Porto, aunque aclaró que no existe «una confabulación» entre las defensas sino «puntos coincidentes». Dirigiéndose casi siempre al jurado, les recordó que «nosotros no tenemos que demostrar nada», y aventuró que en las próximas semanas no aparecerá «ni una prueba de cargo para condenarlos». Según la letrada, «nadie estaba presente cuando Asunta falleció», no hay testigos directos, por lo que «se están suponiendo cosas», de ahí «la importancia del móvil». Y en ese punto cree la defensa que podrán probar que el comportamiento de los padres «es contrario» al de alguien que pretende matar: «Ellos querían que Asunta fuera feliz», sentenció.

No fue la única ocasión en la que Hospido recurría a la forma de ser los padres para argumentar. En concreto, de Basterra dijo que se trataba de una persona diferente, cuyos comportamientos o reacciones podrían sorprender. «Las personas no somos iguales», dijo, para tratar de explicar su actitud tras la muerte de su hija o la preocupación previa de su defendido por la salud mental de su exmujer, que le llevó a adquirir en varias ocasiones el medicamento Orfidal. «Él dio una explicación a este hecho, ella lo refrendó y solo nos dijeron que estábamos buscando una coartada», lamentó Hospido. Con este y otros ejemplos quiso incidir en la teoría de que la investigación estuvo siempre «encaminada» hacia la acusación de los padres: «No se veía más que lo que se quería ver y si se contradecía lo estipulado, no valía», aseveró en una dura crítica al instructor, el juez Vázquez Taín.

La desaparición del ordenador de Basterra, que consideró «inocua e irrelevante», o su negativa a un examen psiquiátrico «porque está sano» fueron algunas de sus justificaciones para aspectos que, sospecha, serán utilizados en contra de él, cuando en realidad «no tenía nada que ocultar». Hospido reveló que una de las dificultades que tendrá para ejercer la defensa son los problemas de memoria de su defendido en las horas posteriores a la muerte de Asunta, y pidiendo disculpas por el «tono lacrimógeno», adelantó que una de sus misiones en la vista oral será la de «contextualizar» la vida de los Basterra Porto, por considerarla incompatible con el asesinato. «Nada hay más duro que la muerte de un hijo, él es una víctima», expresó con emoción.