El buque cazaminas «Tambre» prueba un submarino en Oia

alejandro martínez VIGO / LA VOZ

GALICIA

La embarcación se acercó a unos 300 metros de la costa en As Mariñas y asombró a los vecinos de la zona

20 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El buque de la Armada Tambre sorprendió ayer a los vecinos de Oia al situarse muy cerca de la costa para experimentar con un vehículo submarino. La embarcación se aproximó a unos 300 metros de la costa, a la altura de cabo Silleiro, donde permaneció fondeada durante más de una hora para asombro de muchos vecinos, que aprovecharon su presencia para hacerle fotografías. A unas dos millas de esta nave se encontraba otro cazaminas, el Segura. Posteriormente, ambos se alejaron de la costa, pero al anochecer no habían abandonado la zona. Residentes del entorno destacaron que es del todo inusual que este tipo de buques de guerra alcancen las proximidades de la costa.

El objetivo era probar un prototipo submarino preparado para navegar en aguas poco profundas y llevar a cabo funciones relacionadas con la defensa nacional y la seguridad del Estado, según confirmaron ayer fuentes cercanas al Ministerio de Defensa, si bien los curiosos no pudieron ver más que una lancha neumática junto a la embarcación y ni rastro del submarino. Dispositivos como el que se probó en aguas de Oia son utilizados por miembros de la unidad de buceadores para acceder hasta explosivos colocados en el fondo del mar e inutilizarlos una vez que se han localizado.

El Tambre es el tercer cazaminas de la clase Segura. Fue construido por la empresa nacional Bazán en Cartagena en 1993. Es el segundo buque de la Armada que lleva este nombre. El anterior estuvo en servicio desde agosto de 1946 hasta mayo del 73.

El barco que pudieron contemplar de cerca los vecinos de Oia tiene su base en Cartagena, ha realizado cuatro despliegues internacionales y se encuentra integrado en el grupo permanente de medidas contra minas de la OTAN. Ha participado en numerosas ocasiones en maniobras en las aguas de Rota, en Baleares y en maniobras de vigilancia en los principales puertos de España. Su utilidad ha quedado demostrada en numerosas intervenciones. Así, hace unos años participó en la recuperación de una antigua mina inerte localizada en aguas próximas a la isla alicantina de Tabarca.