Cuatro provincias, cuatro veranos

Antía Urgorri Serantes
ANTÍA URGORRI REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

XAIME RAMALLAL

La estación empezó bien, con calor, pero agosto ha dejado opiniones diferentes según la zona; en el interior ha llovido poco, mientras en el oeste apenas ha habido días de sol

19 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Cómo ha sido el tiempo de este verano? La respuesta puede ser muy diferente según la zona de Galicia de la que se trate. La estación estival arrancó con buen tiempo y calor en prácticamente toda la comunidad -se mantuvo hasta la mitad de julio-, pero agosto fue muy diferente en cada provincia. Un ourensano vivió un agosto muy caluroso y seco, un pontevedrés dejó atrás un mes frío en cuanto a las máximas y húmedo, para un lucense habrán sido 30 días «normales» en cuanto a lluvia y temperatura, y un coruñés tuvo que lidiar con uno de los agostos más pasados por agua de los últimos años.

En la provincia de A Coruña el agosto del 2015 ha sido uno de los meses más lluviosos desde el 2004, según el último informe de MeteoGalicia. Sin embargo, en Ourense las precipitaciones han sido escasas e incluso nulas en algunos puntos. En la ciudad de As Burgas en agosto solo hubo dos días de lluvia, en Santiago 10 y en A Coruña 9. A solo cien kilómetros de distancia, un compostelano tuvo que soportar un agosto con 136 litros por metro cuadrado de lluvia, mientras un ourensano apenas vio caer 6 litros por metro cuadrado.

El viento también se encarga de establecer importantes diferencias entre las Rías Altas y las Baixas. Además de generar nubes en el norte, el nordés enfría las temperaturas, dejando claras diferencias entre las provincias de A Coruña y Pontevedra, aunque es Ourense la que alcanza los valores más altos del verano.

Un verano que ha tenido de todo, desde prealerta por sequía hasta alerta por lluvias, y que tras el temporal de esta semana parece querer despedirse con buen tiempo este fin de semana.

«Vemos el sol menos, pero se puede ir a la playa»

Ibán Ferreiro, de 33 años, es biólogo y amante del surf. Además, es vecino de Foz, por lo que conoce bien el tiempo que ha hecho este verano en A Mariña lucense. Explica que la estación ha tenido un comienzo muy bueno, «con un julio espectacular» y con un calor al que no están acostumbrados en esta zona pero que luego se ha estropeado con un agosto «regular». Sin embargo, deja claro que recuerda «agostos peores» en la costa de Lugo. ¿Hace peor tiempo en A Mariña que en el resto de Galicia? Ibán explica: «En comparación con las Rías Baixas, aquí puede que veamos el sol menos días, pero nada que impida disfrutar de la playa de todas maneras». De hecho, Iban explica que «siempre se ve gente en la playa». Arenal al que él acude haga sol o no para practicar surf, aunque advierte que esta no es la mejor época. A Mariña tiene un clima particular que hace que en la costa haya nubes mientras en Lugo ciudad luce el sol o al revés: «Es muy habitual que gente de Lugo ciudad que viene a pasar el día a la playa porque allí no hace sol llamen para preguntar si hace bueno. Es el tema del verano».

«Un verano 'cativeiro', un agosto de los peores»

CARMELA QUEIJEIRO

El compostelano Blas Montero, de 25 años, sabe bien el tiempo que ha hecho este verano en Ribeira, porque ha estado a diario en la playa de Coroso. Y no precisamente porque haya hecho bueno, sino porque ha trabajado como socorrista en este arenal de Barbanza. «El verano empezó bien, julio fue más o menos, pero agosto.... no recuerdo un agosto tan malo», deja claro. Recuerda que «hubo más días nublados que despejados», pero lo peor, matiza, «fueron los días de lluvia». Algunos de ellos el tiempo fue tan malo que ni se montó el dispositivo de salvamento. «A veces despejaba a las seis de la tarde, y la gente iba a la playa igual, aunque fuera para pasear», destaca. Hace dos veranos, Blas también trabajó como socorrista en la playa ribeirense: «Lo recuerdo mucho mejor que este». La lluvia no conllevó siempre una bajada de temperatura: «Había días que hacía malo, pero que la temperatura era muy buena». A la hora de hacer un balance del tiempo de este verano, Blas dice tajante: «Cativeiro, regular».

«Xullo foi moi bo, pero o mes de agosto non foi o esperado»

RAMON LEIRO

Situado en Portonovo, en el menú del restaurante Viña Pedreira destacan de forma prominente el pulpo y la almeja a la marinera, dos de los productos más demandados por los visitantes a Sanxenxo, capital turística de las Rías Baixas. Ismael Bouzada señala que este verano hubo más gente, pero el consumo no fue tan generoso como podía pensarse. «O verán en liñas xerais foi como o do ano pasado, xullo foi moi bo, pero agosto non foi o esperado, o mes de agosto fallou moito pola choiva e os últimos dez días foron malísimos». Este hostelero portonovés aún está pendiente de hacer el balance definitivo, pero al echar la mirada hacia atrás cree que la lluvia desanimó al turismo y admite que difícilmente pudo haber caído en peores días. «Ao fallar moitos días en agosto prexudicounos, e logo ata o fin de semana da ponte o número de visitantes non se moveu tanto como se esperaba, eu creo que ao final imos ter o mesmo resultado que no 2014». Es lo que ya advirtió el Consorcio de Empresarios Turísticos de Sanxenxo (CETS): el verano estuvo bien, pero dejó un sabor agridulce.

«Era angustioso ver que non caía unha gota de auga»

Antonio Cortés

Rudesindo Casas es un veterano agricultor de Xinzo de Limia, que a sus 64 años ha visto como temperaturas de hasta 38 grados han menguado su cosecha de cereal y ahora, la de patata. «Non acordo un verán tan malo para o agro limián coma este. Hai xente que perdeu máis da metade da colleita de trigo, e iso son moitos cartos. Era angustioso ver que pasaban os meses e non caía unha gota de auga», confiesa. «Houbo que regar as patacas moitas veces. Botabas auga e o calor e un vento asfixiante deixaban a finca seca en 24 horas. Foi tremendo», rememora ahora, ya con lluvia.

Días antes de su última colleita antes de su jubilación como patatero, Rudesindo ve el futuro negro: «Haberá boa pataca, pero pouca. Os prezos, probablemente, tampouco serán moi altos».

La sequía veraniega ha machacado el agro antelano, con pérdidas de no menos de ocho millones de euros. El pavoroso incendio en cuatro concellos limianos ha acabado por hundir el ánimo colectivo en la zona tras un estío para olvidar.