Septiembre, un mes con fama de bueno

Antía Urgorri Serantes
ANTÍA URGORRI REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El tiempo de septiembre
La Voz

Una influencia anticiclónica débil marcará el tiempo de los primeros diez días de este mes, que desde hace cinco años es cálido o muy cálido

01 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hoy empieza septiembre, un mes con fama de bueno. Pero la fama hay que ganársela: los datos meteorológicos de los últimos cinco años lo sitúan como un mes cálido o muy cálido, con precipitaciones normales o por debajo de lo habitual. ¿Seguirá esta tendencia el septiembre del 2015? Las predicciones a un mes «no ofrecen fiabilidad», explica Ana Lage, de MeteoGalicia, aunque matiza «que cuanto más se acerca el otoño, más inestabilidad hay en la atmósfera».

De momento, en los primeros diez días de septiembre, lo que vislumbran los modelos meteorológicos es una influencia anticiclónica ligera con viento de norte. «Hoy [por ayer] es el peor día de la semana», señala Lage. A partir de hoy, martes, «tendremos una influencia anticiclónica en superficie pero con aire frío en las capas altas de la atmósfera. El anticiclón se encuentra al sur de Islandia y al oeste de las islas Británicas, y Galicia está en el límite de su radio de acción», afirma la experta de MeteoGalicia.

De esta forma, el tiempo mejorará esta semana, de forma sustancial con respecto a la anterior, pero con chubascos de carácter tormentoso en el interior, fruto de la inestabilidad que aporta el aire frío, y más nubes en el norte como consecuencia de los vientos de componente norte.

El calor del pasado fin de semana, provocado por la entrada de aire cálido, no se mantiene, y los valores se situarán por debajo de lo habitual en esta época del año, sobre todo en el norte, donde el viento se encargará de enfriar las máximas. Aún así serán temperaturas agradables en una horquilla entre 20 y 25 grados.

La tendencia que ha experimentado septiembre en los últimos años sirve de poco a la hora de prever cómo será este mes que hoy empieza. «Pueden venir cinco septiembres seguidos muy buenos y de repente uno muy malo», explica Ana Lage.

Septiembre supone el cambio de estación del verano al otoño, de ahí su comportamiento irregular, con períodos cálidos, chubascos y las llegadas de frentes por el Atlántico.

El mal tiempo complicó la operación retorno en las carreteras gallegas

Las malas condiciones meteorológicas han predominado al final de la operación retorno en las carreteras gallegas, donde ha habido más de medio millón de desplazamientos. La Dirección General de Tráfico (DGT) programó un dispositivo especial desde el viernes hasta ayer a medianoche con motivo del final de agosto y calculó que habría 590.000 desplazamientos en la zona noroeste de España. Los conductores sufrieron las inclemencias del tiempo el viernes, pero lo tuvieron más fácil el sábado y el domingo, aunque ayer regresó la lluvia y los paneles electrónicos lo advirtieron durante toda la jornada con la recomendación de moderar la velocidad. Las tormentas dominaron en la geografía gallega desde primera hora y ralentizaron la circulación en muchos puntos, aunque no se registró un aumento en la siniestralidad. Durante el verano la DGT dispuso 120 puntos de control de velocidad en carreteras convencionales -treinta por provincia- para evitar un crecimiento en el número de accidentes.

Especialmente caluroso el del 2013 y con escasez de lluvias el del 2010

En los últimos cinco años, los informes climatológicos del mes de septiembre que elabora MeteoGalicia revelan que se ha caracterizado por tener temperaturas por encima de la media, y lluvias escasas algunos años y normales otras, pero muy concentradas en pocos días -debido a las tormentas- .

En el último lustro, destacó especialmente por caluroso el septiembre del 2013, cuando se registró una anomalía de 1,92 grados por encima de la media. Un episodio anticiclónico marcó los primeros 20 días del mes, con máximas que superaron los 30 grados en el sur y los 25 en el norte.

La escasez de lluvias fue significativa en septiembre del 2010. En ese año, el noveno mes del año tuvo un 78 % menos de precipitaciones de lo habitual y contados días de lluvia. Solo hubo dos períodos de frentes atlánticas poco activos, lo que lo convirtió en un mes muy seco. El del 2014 fue especialmente tormentoso, con cerca de 12.000 rayos.