Para la búsqueda del cadáver, que continuará hoy, se cerraron las compuertas del embalse con el fin de reducir el caudal del agua
24 ago 2015 . Actualizado a las 12:01 h.Erich César Moledo Troncoso, de 33 años y vecino de Vilagarcía de Arousa, murió ayer al precipitarse a una de las pozas del río Xallas, en O Ézaro (Dumbría) cuando practicaba barranquismo. Fueron los compañeros del fallecido los que dieron la voz de alerta poco antes de la una de la tarde. Al parecer uno de ellos vio cómo se lo tragaba un remolino, uno de los principales peligros de la zona, sobre todo cuando hay mucho caudal. Llamaron al 112 y a partir de ese momento se montó un operativo en el que participaron socorristas, miembros de Protección Civil y bomberos de Cee. Acudieron al lugar especialistas de la zona que no estaban de guardia, pero que fueron llamados porque para acceder a las pozas es recomendable conocer bien el lugar. Poco después de las siete de la tarde se incorporaron los buceadores del GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) para trabajar en la zona los servicios de emergencia creen que está el cuerpo. Ayer no fue posible recuperar el cadáver y las labores de búsqueda se reanudarán hoy por la mañana.
Con el fin de bajar el nivel del agua se procedió al cierre de las compuertas de la presa. De todos modos, las copiosas lluvias de ayer por la mañana provocaron el arrastre de mucha tierra, lo que hizo que las aguas quedaran embarradas. Esta circunstancia hizo mucho más difícil el trabajo de los agentes, puesto que prácticamente iban a tientas.
Poco antes de las diez de la noche llegaron al lugar familiares del fallecido para seguir las labores de búsqueda. Es posible que se decida utilizar un helicóptero para sacar el cuerpo dado que se trata de una zona de muy difícil acceso.
El fallecido había acudido a la zona con otros dos hombres y una mujer y se alojaban en una caravana. No iban como grupo organizado y tampoco llevaban un guía. El accidente se produjo en las pozas que están en el segundo nivel. Desde el embalse hasta la cascada de O Ézaro hay grandes barrancos escalonados, divididos en tres alturas. La zona es muy peligrosa y se recomienda siempre acudir con un guía.