Sanidad Exterior concluye que no hay riesgo en la tripulación del «Granato»

Carmela López
carmela lópez FERROL / LA VOZ

GALICIA

El buque, que permaneció 48 horas aislado y custodiado por la Guardia Civil en la ría de Ares, ya se encuentra en Forestal del Atlántico

04 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El buque cisterna Granato ya arribó ayer por la tarde a los muelles de Forestal del Atlántico para cumplir el cometido que lo había traído a la ría de Ferrol: recoger una carga de metanol. Según informó a mediodía la Subdelegación del Gobierno en A Coruña, ninguno de los 14 tripulantes que permanecen a bordo del barco presenta signos clínicos de enfermedad alguna.

De ahí que se levantasen las medidas cautelares establecidas el pasado viernes por la noche, a raíz de conocerse los resultados de la autopsia del cadáver de uno de los tripulantes que falleció cuando navegaban a la altura de las costas del sur de Galicia, y que consistieron en aislar el buque, que fue custodiado por la Guardia Civil, con la orden de que no entrara ni saliera nadie. El Granato permaneció en esa situación en la ría de Ares durante 48 horas, hasta que el domingo por la tarde obtuvo el permiso de la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao para atracar en Caneliñas a las 8 horas.

Poco antes de las siete, el buque cisterna dejó el fondeo en la ría aresana y se dirigió al puerto exterior de Ferrol, en el que aún siguió estando custodiado por la Guardia Civil hasta que las autoridades sanitarias levantaron la medida de aislamiento y se le concedió la libre plática, hecho que se visualizó con el izado de la bandera amarilla sobre las 13 horas. Un equipo de Sanidad Exterior, protegido con mascarillas y guantes reglamentarios, había accedido a bordo de las instalaciones del buque a las 12.30 horas para realizar una exploración médica a los 14 tripulantes.

A la espera de las analíticas

Una vez confirmada la ausencia de cualquier tipo de riesgo, Sanidad Exterior expidió la libre plática, que permitía al buque realizar sus labores de carga y descarga con normalidad. Todavía se sigue a la espera de los resultados de las analíticas de muestras del fallecido para determinar las causas de la muerte que, en principio, se estima que fue debida a un proceso respiratorio viral. Según informó ayer el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), las muestras se han remitido al Instituto Nacional de Toxicología de Madrid y los resultados aún pueden tardar varias semanas.

El cadáver del cocinero fallecido en el será trasladado a la India, su país de origen. Los catorce tripulantes que continúan a bordo del buque cisterna, que viaja con bandera de Italia, son de nacionalidad india, italiana y australiana.

El retraso en la información oficial creó desconcierto entre la población

La singladura del buque cisterna Granato comenzó a mediados de junio en Finlandia y a lo largo de travesía hizo escala en diez puertos europeos. El pasado viernes, cuando se encontraba a la altura de aguas gallegas procedente de Leixoes, en Portugal, se produjo la muerte del cocinero, que fue evacuado en un helicóptero a la ciudad de Vigo, donde se le practicó la autopsia por un equipo forense.

En espera de que personal médico de Sanidad Exterior accediese al barco para comprobar la salud del resto de la tripulación, el barco siguió su rumbo hacia Ferrol -su destino era Forestal del Atlántico- y se decidió que fondease en la ría de Ares para mantenerlo aislado y controlado por las fuerzas de seguridad, sin posibilidad de entrar o salir del mismo. La noticia sobre la situación del buque generó una cierta alarma en la población, principalmente entre los vecinos y los usuarios de los arenales de Ares, que derivó en una cascada de consultas telefónicas a las fuerzas de seguridad para conocer si era peligroso bañarse en la playa. Los vecinos sostienen que la falta de información oficial por parte de la Administración pública -no hubo ningún pronunciamiento hasta el domingo por la noche- fue la causante del desconcierto general.

La primera nota de prensa emitida por la Subdelegación del Gobierno en A Coruña ya arrojó algo de luz, porque anunciaba que un equipo médico accedería al buque, además de indicar que no se tenía conocimiento de que ningún otro miembro de la tripulación tuviese síntomas de enfermedad.