Baltar abre la primera crisis del gobierno local del PP en Ourense

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

GALICIA

MIGUEL VILLAR

El número dos de Jesús Vázquez dimite tras la reprimenda del presidente por compatibilizar la concejalía con su trabajo en la Diputación

25 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El exconselleiro de Educación del PP, Jesús Vázquez, se convirtió en alcalde de Ourense tras una campaña electoral en la que su promesa más insistente fue devolver la normalidad a un Concello que en los cuatro años previos había visto dimitir por un motivo u otro a un tercio de sus concejales. Pues bien, Vázquez ganó las elecciones y la primera dimisión se ha producido cuando ha pasado poco más de un mes desde que la nueva corporación municipal tomó posesión. Se va su hombre fuerte en el ejecutivo local, su número dos, Francisco González Bouzán, teniente de alcalde, portavoz del gobierno local y responsable de las áreas de Cultura, Recursos Humanos y Seguridade Cidadá.

Todo tiene su origen en una carta del presidente provincial del partido y de la Diputación, José Manuel Baltar. González Bouzán trabaja como director del Centro Cultural Marcos Valcárcel, dependiente de la institución provincial, y el máximo responsable de esta entiende que no debe compatibilizar esas responsabilidades con la concejalía. Baltar asegura que se lo advirtió la semana previa a su toma de posesión y, aunque admite que legalmente no existe motivo de reproche, le pidió que dejase la dirección del centro cultural. Su «independencia e imparcialidade» como tal corren peligro después de convertirse en concejal, según la carta, que alude al Código Ético de la Diputación y a una «incompatibilidade desde o punto de vista político».

Ayer, en declaraciones a este periódico, Baltar explicaba que «gobernar un Ayuntamiento exige una dedicación tan grande que es incompatible con el ejercicio de competencias administrativas de tanto calado, que exigen tanta o mayor dedicación». El máximo responsable de la institución provincial admite que «legalmente no se puede hacer nada», salvo cambiar la Relación de Puestos de Trabajo de la Diputación. De hecho, se propone hacerlo «ipso facto», en sus propias palabras, «para que los jefes de servicio y directores de centro sean de libre designación y no ?para toda la vida? como son ahora». Mientras se prepara el cambio normativo para poder relevar a este tipo de funcionarios, Baltar no quiso quedarse de brazos cruzados y reiteró su malestar a González Bouzán. «Nadie puede tener duda alguna en que amparo este tipo de comportamientos», dice el presidente provincial.

Pese a todo, en lugar de dejar el Centro Cultural Marcos Valcárcel, este -de baja por el estrés que le ha generado esta situación- ha decidido dimitir como concejal. Se abre, de este modo, la primera crisis del gobierno local ourensano, en el que González Bouzán tenía un peso muy relevante a pesar de que esta era su primera incursión en política. Al menos en primera línea, ya que durante dos décadas fue quizás el hombre en quien más confió el ahora retirado José Luis Baltar Pumar. Fue su jefe de Comunicación desde sus inicios como presidente de la Diputación y a esa responsabilidad sumó, ya como funcionario, la de director del Centro Cultural desde que se inauguró hace quince años. Baltar Pumar llegó a proponer a González Bouzán como candidato del PP a la alcaldía en el año 2011, pero entonces su hijo era ya presidente del partido y prefirió nombrar a Rosendo Fernández. Desde entonces hasta que Jesús Vázquez lo repescó para que formase parte de su equipo para las elecciones de mayo, González Bouzán se limitó a dirigir el Centro Cultural. Una vez investido concejal, renunció a tener dedicación exclusiva en el Concello para poder compatibilizar su actividad municipal con su trabajo en la Diputación, por el que cobra unos 63.000 euros anuales.

El alcalde de Monterrei, igual

La misma advertencia por escrito que provocó la dimisión de González Bouzán la ha recibido también José Luis Suárez, que sustituyó a su padre como alcalde del PP en Monterrei tras el 24M. En su caso, es jefe de Recursos Humanos en la Diputación, cargo por el que tuvo que declarar en el juicio contra José Luis Baltar por enchufar a 104 personas. Su testimonio fue determinante para condenarlo. Ayer Suárez defendía que seguir en su puesto «é totalmente legal e compatible» y que no le veía «ningún problema». Aunque otro edil de la capital, Jesús Cudeiro, es asesor en la Diputación y hay otros concejales e incluso alcaldes que además son funcionarios provinciales -como por ejemplo, los de Rubiá, Trasmiras o San Amaro- Baltar dice que son situaciones diferentes porque no tienen tantas responsabilidades administrativas.