«El maquinista está más aliviado al ver que las víctimas no le señalan a él»

Xurxo Melchor
xurxo melchor SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

BENITO ORDÓÑEZ

El letrado de Garzón cree que para el Estado es más fácil culparle a él que admitir fallos en la seguridad de la vía

20 jul 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Manuel Prieto (Palos de la Frontera, Huelva, 1955) es el abogado del maquinista que conducía el tren Alvia que descarriló en Angrois causando 80 muertes y 146 heridos. Nunca ha ocultado que aquel trágico 24 de julio del 2013 se despistó y no frenó a tiempo, pero el letrado sostiene que el lapsus del imputado se habría evitado con medidas de seguridad adecuadas.

-¿Cómo está Francisco José Garzón dos años después del accidente?

-Estas fechas son muy malas... Es inevitable que vuelva a pensar y que recuerde el accidente.

-¿Se siente menos culpable al ver que también se señala a los altos cargos del Adif?

-Está más aliviado al ver que las víctimas no le señalan como el que tiene la mayor responsabilidad. Ha visto gestos de las víctimas, tanto en el terreno judicial como tras la carta de perdón que les escribió. Ve que entienden que había unas carencias tan grandes por parte de quien tenía que gestionar la seguridad de la infraestructura [el Adif] que el hecho de que fuese Francisco Garzón o Juan Pérez el que fuese el maquinista es indiferente a efectos del accidente. Todo esto hace que él piense que le tocó a él como le podía haber tocado a otro cualquiera porque esto era un accidente anunciado, se iba a producir. En ese sentido sí se siente más tranquilo.

-Él nunca ocultó su despiste...

-El despiste es un hecho que debe estar previsto. Los lapsus son imprevisibles para los humanos, pero no para las organizaciones. Tienen que prever que el humano puede tener un lapsus y hay elementos de seguridad para que cuando se produce, primero le alerte y después, si no atiende a esa alerta, intervengan los sistemas de seguridad y el accidente no se produzca. Aquí no había ni alertas ni sistemas que impidieran el accidente.

-¿En qué punto se encuentra la instrucción judicial?

-De los siete peritajes aportados a la causa solo se han ratificado tres. Son los tres peritos, digamos judiciales, aquellos que el juzgado decidió que tenían que intervenir. No se han ratificado ninguno de los informes periciales que han presentado las partes. Nosotros hemos solicitado que nuestros dos peritajes se ratifiquen y en su día la aseguradora QBE pidió lo mismo. Son pruebas que están pendientes de que el juez decida sobre ellas y hay otras que están pedidas tanto por nuestra parte como por las asociaciones de víctimas que el juez ha dejado pendiente hasta después de la ratificación pericial. Cuando esto se produzca tendrá que decidir si las admite o no o qué piensa hacer con ellas.

-¿Se ha notado mucho el cambio de juez?

-Se ha notado porque entrar en un proceso de este calibre con lo avanzado que estaba no es lo mismo que cogerlo desde el comienzo. El juez Aláez tenía muy claro desde el principio cuáles eran las causas del siniestro del tren de Angrois y qué es lo que había pasado. Tenía una línea instructora que de momento ahora no se ha visto.

-¿El proceso es lento por complejo o hay la intención de enfriarlo?

-Esto es complejo, pero hace meses tenía agilidad, últimamente no. No sé las causas y no puedo entrar a valorarlas, pero lo que sí es verdad y es un dato objetivo es que el proceso está más lento.

-¿Insistirán en solicitar la imputación de altos cargos del Adif?

-Por supuesto. Cada vez está mucho más clara su implicación. Esta es una línea ferroviaria huérfana de padre y madre, porque no hubo ni análisis de riesgos ni sistemas de seguridad. Y esa es la responsabilidad de una entidad [el Adif] y dentro de ella hay unas direcciones de seguridad que son las que se encargan de eso. Este es un punto que creo que está muy claro.

-Imagino que es más difícil tener que litigar contra el Estado...

-Es más fácil justificar un accidente por fallo humano que por omisiones de seguridad palpables y evidentes. A alguien le parecerá mejor cargar la responsabilidad en el pobre maquinista que se despistó y ya está, ¿no? Pues esto es lo que a nosotros no nos parece correcto. Vemos que ahora llega otro gobierno a Valencia y abre una nueva comisión de investigación del accidente del metro, que es un caso que tiene muchísimos paralelismos con el de Angrois. Allí una baliza habría evitado el accidente...

-Y en Angrois el ERTMS.

-Hoy, dándose la misma situación y con el despiste del maquinista, no habría accidente. Aunque el ERTMS termina en el kilómetro 80 permite, y eso es algo que nosotros venimos diciendo desde el principio, que se solape más allá. Cuando un tren pasa por el kilómetro 80, al desconectar el ERTMS, queda una orden dada al maquinista. En el kilómetro 82 el tren tiene que estar a 120 kilómetros por hora y si no lo hace, se reduce automáticamente. Ya estaría a dos kilómetros de la curva de Angrois a 120 kilómetros por hora, a solo 40 más de los 80 a los que tiene que pasar, pero no a 200. Yendo a 120 no hay accidente. Además, hay señales en la vía para reducir a 160 y 80 kilómetros y existe una baliza que reduce automáticamente el tren a 80 si va más rápido. Estas medidas de seguridad podrían haber estado activas cuando se produjo el accidente, esa tecnología existía.