42 localidades saldrán de la lista negra si continúan la evolución del 2014
13 jul 2015 . Actualizado a las 21:18 h.Un verano inusitadamente lluvioso en Galicia hizo del 2014 el año con menos incendios forestales de los últimos 25 años. Ardieron solo 2.002 hectáreas, un 92 % menos que la media de los últimos nueve años, y tan solo se registraron 1.232 fuegos, lo que representa una disminución del 71 %.
Medio Rural achacó los excelentes datos a su gestión y la oposición a la lluvia, pero si hay algo que queda claro es que la medida estrella de la Xunta para la campaña pasada, la creación de las denominadas Parroquias de Alta Actividad Incendiaria (PAAI), supuso que en 19 de las 57 localidades gallegas que sufren más incendios forestales no hubiese ni uno solo en todo el año pasado. Este verano la máxima alerta por fuego se mantendrá en las 79 PAAIs, pero 42 localidades saldrán de esta lista negra en el 2016 si mantienen este año los buenos datos que registraron el pasado.
Hay casos especialmente significativos, como el de San Xurxo de Salceda (Salceda de Caselas-Pontevedra), que en el 2013 sufrió 17 incendios y que acumulaba una media anual de nueve en los últimos cinco años y que la campaña pasada dejó su marcador del fuego a cero. En este grupo también destacan Boiro (A Coruña), con once fuegos en el 2013 y una media anual de diez, A Gudiña (Ourense), con diez incendios hace dos años y una media de diez, o A Corna (Piñor-Ourense).
El listado de parroquias que no registraron ni un solo incendio el año pasado tras haber sido declaradas PAAI cobra especial protagonismo en Ourense. En esta provincia están Randín (Calvos de Randín), Lucenza (Cualedro), A Gudiña, Castro de Escuadro (Maceda), Cernado, Cesuris, San Miguel de Bidueira y Soutipedre (todas en Manzaneda), A Esculqueira, A Vilavella y Chaguazoso (todas en A Mezquita), Chaguazoso y Sabuguido (ambas en Vilariño de Conso). En Pontevedra también lograron no sufrir fuegos en todo el 2014 Berredo (A Golada), Arbo o Poio.
La Consellería de Medio Rural utiliza dos criterios para calificar como PAAI una parroquia. De un lado están las que sufren mucho incendios y, de otro, aquellas en las que los fuegos son más virulentos de lo normal. Entrar por una u otra vía a tener la calificación de «parroquia incendiaria» significa que la Xunta concentre en esta localidad sus medios de disuasión y vigilancia, así como que se adopten medidas excepcionales como el veto total al pastoreo en los terrenos quemados o el control exhaustivo de las ayudas públicas concedidas a particulares y a empresas en estos territorios.
En las parroquias designadas PAAI por la reiteración de incendios se registraron 432 fuegos forestales en el 2013, una cifra que estuvo muy lejos de la media de los últimos cinco años, que se sitúa en 649. En el 2014, con las medidas extraordinarias de vigilancia sobre estas localidades, los incendios se redujeron a solo 117 en estos territorios. Supone una caída del 82 %, aún mayor que la del ya de por sí considerable 71 % que se redujeron los incendios en toda Galicia con respecto a ese mismo período.
El análisis de los incendios forestales a lo largo del 2014 refleja que se redujeron once puntos más el año pasado en las parroquias incorporadas en el listado de PAAIs que en el resto de Galicia. Las mayores medidas de control y vigilancia y la amenaza, así como el veto total al pastoreo y la negativa de subvenciones surtió por tanto efecto.
Solo 36 hectáreas quemadas
En lo que respecta a las parroquias que son PAAIs porque en los diez últimos años registraron incendios forestales muy destructivos, con una gran cantidad de hectáreas arrasadas, los resultados fueron también satisfactorios. En 18 de esas 24 parroquias no ardió ni un metro cuadrado de monte y en el resto solo quedaron arrasadas 35,7 hectáreas, una cifra irrisoria comparada con la del 2013, cuando ascendió a 4.400, lo que supone una disminución del 99 %.