El préstamo de libros se envenena

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

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Educación creará un fondo de textos en cada centro y pide la colaboración de las AMPA, pero estas y los directores critican el sistema por injusto

06 jun 2015 . Actualizado a las 09:48 h.

La Consellería de Educación pondrá en marcha en el curso 2015-2016 bancos solidarios de libros en los centros. Las AMPA ya habían creado este tipo de fondos para evitar el desembolso económico de las familias. La medida ha generado más críticas que aplausos, ¿por qué? Por la premura, el curso finaliza en unos días; por la posibilidad de que el banco no llegue a todo el alumnado que lo precise; y por el apoyo casi necesario que reclama la Administración a los padres.

¿Por qué cambia el modelo?

Desde hace años las AMPA, los partidos de la oposición y otras entidades defienden que se creen bancos de libros en los colegios, un sistema que potencia la solidaridad y el cuidado del material. La Xunta ya anunció el año pasado esta medida al establecer en la norma del cheque escolar que los alumnos debían devolver los libros. Educación asegura responder a estas reivindicaciones, pero en realidad lo que reclaman los padres es el banco universal, como ocurría con el préstamo iniciado en el año 2003.

¿Qué debe hacer un alumno con sus libros?

Cuando finalice los exámenes, el alumno debe devolver los libros si tuvo cheque escolar. De manera obligatoria, solo los adquiridos con este dinero, el resto puede entregarlos o no. La fecha máxima es el 19 de junio, a excepción de los niños de secundaria que tengan materias pendientes, en cuyo caso la fecha se retrasa al 4 de septiembre. El banco empieza en cuatro cursos de la educación obligatoria, por lo que en este primer año la medida afecta a los niños que han cursado tercero y quinto de primaria; y segundo y cuarto de la ESO. Si no se entregan los libros, no puede optarse ni al banco público ni al cheque escolar en los cursos en los que se mantiene.

Edgardo

¿Cómo se entregarán los manuales del banco?

El 2 de julio es la fecha máxima para que los centros introduzcan en una aplicación informática cuántos ejemplares hay de cada materia. Los que no lleguen hasta septiembre se introducirán antes del día 10. Cuando se sepa los libros que hay, se repartirán en orden inversa a la renta. Es decir, los niños que vayan a estudiar los cursos en los que se implanta la medida recibirán un lote de libros. No todos, sino los que les corresponda en base al cheque escolar. Por ejemplo, si un alumno tiene una ayuda parcial, recibirá los libros proporcionales a esa beca. Para recibir libros hay que pedirlo expresamente antes del 30 de junio. La orden que regula el reparto no recoge que si no llegan los manuales para todos los alumnos con cheque escolar la Xunta comprará más, pero el conselleiro, Román Rodríguez, afirmó ayer en un acto en Santiago que, «se nalgún caso particular unha familia ou dúas dun centro non chegan polo que sexa, habilitaremos solucións».

¿Sigue el cheque escolar?

El cheque escolar se mantiene con los mismos requisitos en cuatro cursos de primaria y dos de secundaria. En primero y segundo de primaria nunca podrá establecerse el préstamo, porque los niños hacen fichas, por lo que el material no es reutilizable. Así que sigue el modelo de dar un cheque escolar a las familias con menos ingresos.

¿Qué piensan los padres?

Cada familia y cada AMPA tendrá su propia opinión sobre este cambio. Pero la de las dos principales confederaciones de AMPA de centros públicos es muy clara. Primero, piden a los colegios e institutos que no cambien los libros, pese a que la Lomce se implanta en varios cursos e incluso cambian algunas materias. Y segundo, solicitan la vuelta al modelo anterior al 2009, el préstamo universal de los libros en las etapas obligatorias. Es bajo el paraguas de este préstamo universal cuando las confederaciones defienden el banco público.

¿Por qué las AMPA rechazan colaborar en el fondo de la Xunta?

Primero porque entienden que si la Xunta crea un banco, debe gestionarlo con sus medios, y no pedir la colaboración de los padres para hacerlo. Segundo porque los bancos que han puesto en marcha las AMPA nacieron con un espíritu de poner en común los materiales. Un alumno deja los libros de cuarto y se lleva los que depositó uno de quinto. En el de la Xunta, el criterio es la renta, por lo que un estudiante puede donar todos sus manuales de forma solidaria y no tener acceso a ninguno si tiene recursos. Y tercero, porque colaborar implicaría saber qué niños tienen derecho al cheque, es decir, quiénes tienen menos recursos.

¿Funcionarán estos nuevos fondos?

En los últimos días el conselleiro de Educación ha insistido mucho en pedir la colaboración a los padres y en que la sociedad no entenderá dos bancos en un mismo centro, uno creado por las AMPA y otro por la Xunta. Porque de esto dependerá en buena medida si este sistema funciona. Si solo devuelven los libros los alumnos que tuvieron ayudas, estos llegarán como mucho al mismo número de escolares, que además llevarán libros usados. Será un fondo muy limitado e incluso hasta cierto punto estigmatizado. El modelo creado por las AMPA, basado en la igualdad, consiste básicamente en un intercambio, lo que es más sencillo para las familias, que entregan sus libros y recogen otros si quieren, y no sometido de un modo tan tajante al criterio de renta. Si finalmente se unen, puede haber libros para más niños, pero lo que ha dejado claro alguna confederación es que, «estes libros son propiedade das familias que os intercambian de maneira ordenada, non do centro como pretende a consellería».