El juez entiende que no hay pruebas de que Adrián Varela diese orden de echar a la empleada por ser esposa de un sindicalista
28 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Adrián Varela, que fue concejal de Deportes de Santiago, ya solo tiene que preocuparse por la Pokémon, causa en la que sigue imputado. El otro caso que le llevó a los juzgados, su supuesta petición a una empresa adjudicataria de despedir a una trabajadora porque era la esposa de un sindicalista del Concello, ha sido archivado porque tanto el juez instructor como el fiscal estiman que no hay ninguna prueba que sustente la acusación.
El caso saltó por las grabaciones telefónicas que, en el marco de la operación Pokémon, se practicaron a los jefes de Sermasa, una de las empresas del investigado grupo Vendex que tenía adjudicados, entre otros servicios, el mantenimiento de los polideportivos municipales compostelanos. En uno de ellos trabajaba la mujer que supuestamente Varela sugirió que había que despedir.
Allá donde la jueza de Lugo que investiga la Pokémon, Pilar de Lara, vio un posible delito contra el ejercicio de los derechos cívicos por parte de Adrián Varela, el juez de Santiago en el que recayó finalmente el caso no ha visto nada. Ni él ni el fiscal, que nada más tener el asunto en sus manos pidió su archivo, decisión que se hizo efectiva el pasado 7 de abril cuando se dictó un auto de sobreseimiento que explica que «las intenciones, por muy perversas que sean, si no van acompañadas de un mínimo soporte fáctico y ejecutivo, carecen de relevancia penal. Esto es, en puridad, lo que acontece en este caso».
Y es que el informe de las conversaciones redactado por Vigilancia Aduanera -la policía judicial en la Pokémon- tan solo recoge las conversaciones entre dos responsables de Vendex en las que se habla del sindicalista y de la empleada del polideportivo, pero por ninguna parte aparece que Varela ordenase el despido de la empleada. El auto del juez lo destaca clara y tajantemente al señalar que «no consta dato objetivo alguno que revele por parte del querellado la realización de actuación material alguna destinada a alcanzar dicho objetivo. Es más, ni siquiera consta que los propios interlocutores de esa conversación hubieren recibido orden y/o mandato alguno en tal sentido o que, por su parte, se hubiere ejecutado acto alguno destinado a cumplir tal deseo del querellado».
Varela dimitió como edil de Deportes en mayo del 2014 tras conocerse esta segunda imputación, aunque él desvinculó su decisión de este asunto.