Un brote hace siete meses
Este caso se da siete meses después del brote que supuso la hospitalización de nueve residentes. El geriátrico de As Gándaras tuvo que utilizar durante varias semanas el agua caliente de un circuito alternativo de mangueras, instalado de forma provisional para el aseo de los residentes, mientras limpiaban las tuberías. Necesitaron tres procesos diferentes de desinfección hasta que los análisis constataron que habían erradicado la bacteria y que no aparecían restos de su ADN en los análisis.
Simultáneamente en el tiempo hubo otro brote de legionela en el geriátrico de Guntín, sin que aparentemente hubiera relación alguna entre ambos centros. El de As Gándaras es público y el otro, de iniciativa privada.