Multan al gaiteiro de Celtas Cortos por hablar por el móvil en bici

L. P., X. M. BUEU, SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La Guardia Civil cazó a dos menores al volante en A Pobra do Caramiñal y Teo

29 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Con doscientos euros, cien en caso de pronto pago, ha sido sancionado el gaiteiro de Celtas Cortos, el buenense Antón Davila, por «atender una llamada de teléfono mientras paseaba con mi bicicleta». En la multa tramitada por la Jefatura Provincial de Tráfico de Pontevedra se hace constar que la misma es consecuencia de «conducir utilizando manualmente el teléfono móvil o cualquier otro dispositivo incompatible con la obligatoria atención permanente a la conducción».

El propio Antón Davila explicó en su perfil de Facebook que desconocía que tal conducta pudiese ser sancionable: «Admito mi completa ignorancia acerca de la infracción; no lo sabía, aunque esto tampoco me libera de la sanción».

Tras aclarar que su intención al hacer pública la multa «es meramente didáctica», el músico de Beluso (Bueu) remarcó que «mi sorpresa fue mayúscula cuando el agente se explicó diciéndome que les obligaban a poner un número mínimo de multas al mes».

Por otro lado, los agentes de la Guardia Civil de Tráfico que estaban destacados en dos controles de alcoholemia montados en la tarde del pasado lunes en A Pobra do Caramiñal y Teo, ambos en la provincia de A Coruña, interceptaron a dos menores que conducían sendos vehículos y que, evidentemente, carecían de permiso de conducir. Por ello, contra ambos se han instruido diligencias por un presunto delito contra la seguridad vial que ya han sido remitidas a la Fiscalía de Menores coruñesa.

Los hechos se produjeron casi simultáneamente, ya que tan solo transcurrieron diez minutos desde que la Guardia Civil descubrió al primer menor al volante e interceptó al segundo. El primero de los casos fue el de A Pobra do Caramiñal. Los agentes dieron el alto a las 16.30 horas a un vehículo para hacer el test de alcoholemia al conductor, que viajaba junto a otros tres jóvenes en el vehículo.

15 años de edad

La sorpresa para los guardias civiles llegó mucho antes de poner la boquilla del lector de alcohol al conductor, ya que al solicitarle que les entregase la documentación comprobaron que tan solo contaba con 15 años de edad.

A las 16.40 horas, otros agentes participaban en otro control en el municipio de Teo, muy cerca de Santiago. De forma aleatoria, como en el caso anterior, ordenaron a un turismo que se detuviese en el arcén para comprobar si el conductor, que en este caso viajaba solo, había ingerido alcohol.

Cuando entregó sus documentos de identificación, los agentes comprobaron que tan solo contaba con 17 años de edad. Además, con el agravante de que este último coche estaba matriculado a nombre de otro chico de tan solo 15 años.