Los casos de doble retribución como el de Pujalte son ilegales en Galicia

Domingos Sampedro
Domingos Sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOÁN A. SOLER

Diputados del PPdeG se declaran «indignados» por el cobro de asesorías

28 abr 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Hubo una época en la que, al menos sobre el papel, era posible que en Galicia proliferaran los casos de doble retribución de diputados autonómicos, como el que salpica a Martínez-Pujalte o a Federico Trillo, que siendo parlamentarios con dedicación exclusiva al Congreso se embolsaron suculentas comisiones de una constructora por presuntas labores verbales de asesoramiento. Pero esa época se acabó en el año 1992, cuando con Manuel Fraga en la Xunta se reformó la ley electoral y se creó uno de los regímenes de incompatibilidades más estricto de España. Desde entonces, los representantes en O Hórreo saben que no pueden cobrar ni un euro por impartir una conferencia, participar en un curso de verano, escribir un artículo o participar en una tertulia. Hacerlo sería saltarse la ley.

En Galicia, por ejemplo, no se puede ser diputado autonómico y a la vez alcalde. En otras cámaras sí. Tampoco se puede compatibilizar el escaño con la labor de gestor en un ente o fundación pública, ni tampoco con una empresa privada que licite con la Administración pública.

Solo existe una posibilidad para tener ingresos de fuera del Parlamento, y consiste en renunciar a la dedicación exclusiva para poder percibir de la Cámara legislativa «as indemnizacións e dietas que correspondan para o cumprimento da súa función». Un camino, en todo caso, que solo han tomado dos de los 75 diputados autonómicos.

Actividad ilegal

Por tanto, marcarse un Martínez-Pujalte, que aparte de su salario de diputado ingresó a mayores 75.000 euros en un año por asesorar verbalmente a una constructora, es completamente ilegal en Galicia.

Algunos diputados, los menos, no dudan en mostrar su incomodidad con las restricciones que marca el régimen de incompatibilidades de Galicia, sobre todo los que destacan en actividades profesionales, como la medicina, o proceden del ámbito académico más cualificado, pues consideran que el modelo desincentiva que pueda tener vínculos con su anterior actividad. En este punto coinciden con el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, que apostó por implantar un régimen de compatibilidades más flexible que permita acumular la dedicación al escaño con otras actividades privadas.

En cambio, no faltan diputados en el PP que pongan objeciones a este propósito o a cualquier cambio normativo. «Hay dos regímenes, el de la dedicación exclusiva al Parlamento y el de la dedicación parcial, así que el que quiera mantener otra actividad debe acogerse al segundo y ya está», señalan desde las filas conservadoras.

Desde la izquierda, en cambio, defienden con mayor vehemencia la plena dedicación a la labor parlamentaria «sen que haxa interferencias», esgrimen en el PSdeG, con las actividades privadas. De hecho, la plena dedicación a la Cámara es unánime en las filas del PSOE, AGE o BNG.

«Propio de un caradura»

Pero en lo que todos parecen estar de acuerdo, de derecha a izquierda, es en dejar claro que el escándalo que salpica a Martínez-Pujalte y a Federico Trillo no tiene defensa posible en Galicia. «Lo de Pujalte es increíble, propio de un caradura», señala un diputado popular, que recuerda que si asesora en algo a una empresa es porque «tiene acceso a información por su condición de parlamentario».

Y apostilla desde el mismo grupo otra diputada: «Lo de Pujalte nos avergüenza a todos, los primeros indignados somos nosotros mismos al ver esto».