El nuevo escenario político fuerza al PP a cambiar su discurso sobre los pactos

m. cheda SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Pilar Canicoba

Los barones populares respaldan la apertura ahora de Feijoo a las alianzas electorales después del 24 de mayo

22 abr 2015 . Actualizado a las 08:16 h.

Un cuarto de siglo acumula el PPdeG moviendo a su antojo las piezas sobre un tablero, el del centro-derecha, en el que otrora jugaban también Coalición Galega, la UCD y el CDS. Hasta hoy. Porque en estas municipales emerge un actor, Ciudadanos, con posibilidades reales de disputarle en ese espacio el voto urbano. Un nuevo escenario político que incluso ha forzado a la dirección de los populares a corregir su discurso sobre los pactos: cuando antes los demonizaba, ahora los abraza. Cada uno con sus razones y matices, los barones provinciales del partido respaldan la estrategia.

El presidente de los conservadores, Alberto Núñez Feijoo, planteó las últimas autonómicas con dos ideas fuerza: la experiencia de la Xunta de Touriño-Quintana invita a no entregar el poder a un cuatripartito «fatal» para los intereses de la comunidad y solo el «previsible» PP garantiza la estabilidad. «A nosa única coalición é cos cidadáns», se hartó de repetir en todas las estaciones de la carrera hacia su segunda victoria en las urnas.

De aquella campaña han transcurrido apenas dos años y medio. Pero todo ha cambiado. El bipartidismo se resquebraja, las mayorías absolutas se antojan quiméricas en las ciudades y al PPdeG puede haberle surgido, por primera vez desde la década de los ochenta, un socio: la formación de Albert Rivera. Tres factores que subyacen en el giro argumental que el jefe del Ejecutivo comenzó a ensayar hace 12 días.

«Despois» de los comicios del 24 de mayo, sostuvo, en los lugares donde ganen sin margen para mandar en solitario, los conservadores, «para asegurar executivos con estabilidade», buscarán aliados «dentro dos partidos máis próximos en programas, en principios e en valores». El cuadro que había empezado a esbozar entonces en Santiago lo remató anteayer en Madrid, cuando defendió: «Si vence el PP y le faltan unos escaños o unos concejales para conformar la mayoría, lo lógico es hablar con personas o partidos que, aun no siendo partidos o personas consolidadas desde el punto de vista de la gestión, al menos planteen principios similares a los nuestros. En ese caso, creo que, aparentemente, el discurso de Ciudadanos es un discurso que suena bien». Un par de horas después, su segundo, Alfonso Rueda, acercó también el pincel al lienzo. «Por suposto que estamos abertos a pactos», reconoció en Compostela.

A los cuatro presidentes provinciales del PPdeG no les desagrada el óleo. «Estou encantado con esa mensaxe pactista, tendo en conta sempre que nós somos os únicos en disposición de alcanzar maiorías absolutas no 90 % dos sitios. [...] A estabilidade achégana as maiorías absolutas, en solitario ou con suma de forzas. Se non se conseguen, hai que pactalas», arguye el barón ourensano, José Manuel Baltar.

Tampoco le hace ascos al consenso su homólogo en Lugo, José Manuel Barreiro, quien, sin embargo, asegura no apreciar un «giro» en los planteamientos de Feijoo. «Estamos donde estábamos», sentencia. Para justificar el súbito guiño a Ciudadanos, tira de ironía. «Yo apoyo lo original. Y Ciudadanos -aduce- tiene algunas propuestas que se pueden parecer mucho a las nuestras de siempre, a las originales. [...] Me agrada que se aproximen a nuestras posiciones». No obstante, reprocha al partido naranja que «quiera condenarnos a los gallegos a quedarnos sin AVE y eliminar las diputaciones y los ayuntamientos de menos de cinco mil habitantes, que en el caso de mi provincia serían 54 de 67».

El líder del PP en A Coruña, Carlos Negreira, aplaude el desembarco de los de Rivera en la comunidad «porque la diversidad siempre es buena». Y, sin echar abajo su campaña para reeditar en la capital herculina la absoluta del 2011, no rehúye el debate de las alianzas tras las elecciones. «El único diálogo que tengo hasta el 24 de mayo es con los ciudadanos, que son los que deciden dónde está cada uno el día después. Luego ya veremos lo que hay, el escenario que queda. No me cierro a nada ni a nadie», expone.

Ni renuncia a acuerdos el jefe de filas en Pontevedra. De hecho, Rafael Louzán objeta que en sus dominios el PP ya ha demostrado que sabe de eso. «Téndese a dicir -lamenta- que nós non somos quen de gobernar sen maiorías absolutas e iso non é así, porque aquí estámolo facendo en 12 municipios xa». Y abunda: «Imos esperar a ver que determinan os veciños e despois, a partir de aí, este partido ten experiencia sobrada para gobernar en estabilidade con absolutas, con maiorías minoritarias e con pactos».