Sanidade reformará la comisión de bioética y publicará el informe vetado

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

GALICIA

Rocío Mosquera agradeció a todos los miembros de la comisión su trabajo.
Rocío Mosquera agradeció a todos los miembros de la comisión su trabajo. Álvaro Ballesteros

La conselleira acepta las reivindicaciones de los profesionales que dimitieron de este órgano asesor acusándolo de falta de independencia

11 mar 2015 . Actualizado a las 19:05 h.

La conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, mantuvo ayer un encuentro con los integrantes de la Comisión Galega de Bioética para tratar de subsanar el conflicto creado tras la dimisión de la mitad de sus miembros ante la negativa a publicar el último informe elaborado por estos expertos en temas bioéticos. Fue un encuentro largo pero con resultados. Tanto, que al final se saldó con un comunicado conjunto. En él se cumplen todas las reivindicaciones y quejas que plantearon los integrantes de este órgano asesor del Sergas.

La Xunta se compromete por lo tanto a modificar la composición de la comisión, y de hecho se redactará una propuesta de orden que modifique la estructura actual, «o que supón revisar o seu funcionamento e a súa composición», explica en un comunicado. El problema que encontraban los expertos es que está presidida por un cargo político, en este caso el director xeral de Asistencia Sanitaria del Sergas. La revisión, por lo tanto, se orientará a que no haya cargos de la Administración sanitaria en su composición.

El segundo punto de fricción, y derivado del anterior, fue la negativa a hacer público el último informe que elaboró la comisión, y que aborda las desigualdades en la asistencia sanitaria. La semana pasada el presidente de la Xunta instó a Rocío Mosquera a que explicase «en horas o días», el contenido de este informe, y ayer tras esta reunión se acordó «a conveniencia de darlle difusión ao documento relativo ás desigualdades na asistencia sanitaria elaborado durante o ano». Finalmente, la conselleira de Sanidade trasladó su agradecimiento a todos los miembros de la comisión de bioética «polo traballo realizado e polas súas achegas tanto á organización sanitaria como á sociedade en xeral».

Sobre la vuelta al comité de los siete integrantes que decidieron dimitir, no regresarán porque en este momento la comisión está en proceso de reformulación, «está extinta», explica uno de ellos, por lo que se abre un período para rehacer esta entidad. Hasta ahora, la comisión de bioética había elaborado tres documentos, y los tres se hicieron públicos. En ellos se analizó la ética en la prescripción farmacéutica, el final de la vida y la confidencialidad de los datos clínicos. Aunque se puso en marcha en el año 2001, lo cierto es que comenzó a funcionar con mayor regularidad hace cinco o seis años.

La justificación de que no se publicase este último informe es que se trata de un órgano asesor de la consellería, por lo que algunos documentos son de carácter interno, aunque finalmente Rocío Mosquera sí ha accedido a su publicación. Lo cierto es que lo más paradójico de esta situación que por fin parece resolverse es que el famoso informe vetado no parece incluir ninguna polémica.

Las reticencias manifestadas desde la presidencia de la comisión ya han provocado que sea un documento «descafeinado», en el que se analiza el Real Decreto 16/2012 -en el que se implantó el copago farmacéutico a los pensionistas, por ejemplo-, que además no es una norma gallega sino estatal. La propia Xunta reconoció que no hace ninguna alusión ni al Sergas ni a su funcionamiento o a sus recursos humanos.

Dos semanas de encuentros y desencuentros

El martes 24 de febrero, hace dos semanas, se reunía la Comisión Galega de Bioética en Santiago. Lo hacía para tratar de sacar adelante el informe sobre desigualdades en la asistencia sanitaria encargado a este comité de expertos en temas bioéticos. Varios de sus integrantes no pudieron acudir. El encuentro no terminó bien. Seis de los 14 profesionales que integran esta entidad -que se suman al presidente y la secretaria-, decidieron dimitir al no llegar a un acuerdo. De los que no pudieron asistir, varios días después presentaba la renuncia por carta un miembro más, en total, la mitad de la comisión.

Pero la crisis en el seno de este órgano asesor no surgió ese martes 24 de febrero. Venía de lejos. Tanto, que hace meses ya habían abandonando la comisión Francisco Barón y Miguel Anxo García, ambos especialistas en el complejo hospitalario de Santiago, por motivos similares, la falta de libertad e independencia que achacan a este órgano, y que se plasmó en la negativa a hacer público un documento en el que se analiza el Real Decreto 16/2012 del Gobierno central, y se hacen consideraciones sobre el mismo.

El conflicto en la comisión bioética salió a la luz tras el artículo de opinión publicado en La Voz por uno de los expertos dimisionarios, José Ramón Amor Pan, y hubo que dar explicaciones. Explicaciones que llegó a exigir el propio presidente de la Xunta, Núñez Feijoo, quien instó a aclarar el informe censurado.

Una semana de avance

En la base de toda esta polémica es si la comisión debe estar o no presidida por un cargo político, en este caso el director xeral de Asistencia Sanitaria, Félix Rubial. Tras conocerse la dimisión en grupo la conselleira trató de resolver el conflicto, primero con sus declaraciones y después planteando la posibilidad de cambiar esta composición. También el propio Félix Rubial se abrió a esa alternativa. Mosquera justificó su presencia asegurando que es la mejor manera de que las propuestas lleguen a los responsables de la consellería. Pero los profesionales que decidieron abandonar la comisión no ven un cauce más cómodo para sus propuestas sino un cortapisas a su independencia. Ayer Mosquera tuvo que escuchar a todos para poder reconducir una situación que lleva enquistándose desde hace meses, y que parece haber encontrado una solución.