Dimiten 7 miembros de la comisión de bioética al censurarles un informe

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

SANDRA ALONSO

Sanidade no quiso publicar el estudio sobre desigualdades en la asistencia

03 mar 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

«Entiendo que la comisión está herida de muerte». Las palabras, del doctor en teología moral José Ramón Amor Pan, dejan clara la crisis por la que atraviesa la Comisión Galega de Bioética, un órgano asesor de la Consellería de Sanidade en estos asuntos. El pasado martes, tras una tensa reunión, dimitieron seis de sus miembros, y unos días después lo hizo por carta el propio Amor Pan y puede que los abandonos no acaben ahí, ya que hubo profesionales que no pudieron asistir al encuentro. A esta dimisión en grupo de siete personas se suman otras dos hace unos meses de un órgano compuesto por diecisiete miembros.

¿El motivo? «No es independiente», dice el catedrático de la Universidade de Santiago, Fernando Domínguez, uno de los dimisionarios. «Es necesario modificar las condiciones de la comisión para garantizar su independencia». Y el ejemplo que para los profesionales que decidieron abandonar este órgano refrenda esta falta de independencia es la negativa a publicar el último informe de la comisión Desigualdades en la asistencia sanitaria. En una reunión previa se había tratado ya este tema y se suavizó el contenido del mismo. Pero los integrantes confiaban en que la Consellería -la comisión está presidida por el director xeral de Asistencia Sanitaria, Félix Rubial-, reconsiderase esta decisión. Finalmente el pasado martes se tomó a la decisión de que no se haría público el documento, y al menos siete miembros decidieron dimitir. «El malestar es prácticamente unánime», expresaba Amor Pan, quien ya mostró su disconformidad en un artículo publicado en La Voz de Galicia ayer. Aunque esta comisión se creo hace años -en el 2001- comenzó a reunirse con mayor periodicidad desde hace cinco o seis. «Mientras yo he sido miembro, siempre se publicaron todos los informes», explica el catedrático Fernando Domínguez.

Y eso que desde el punto de vista bioético los expertos consideran que se abordaron temas más complejos, como el final de la vida. Sobre el documento en cuestión, Desigualdades en la asistencia sanitaria, sostienen que «es objetivo y no presenta ninguna intencionalidad». Es más, mientras algunos de los temas que se tratan surgen de la propia comisión, este en concreto lo sugirió la propia consellería. «El informe busca responsabilidades entre los usuarios, los profesionales y la Administración, en ningún momento supone un ataque a nadie», dicen algunos de los integrantes. Los expertos coinciden en repensar la configuración de la comisión para que tenga un funcionamiento similar a la catalana o a la estatal, en donde son los vocales quienes eligen al presidente. Incluso los comités éticos de las áreas de gestión integrada del Sergas tienen un mecanismo más autónomo e independiente. La comisión aprobó tres informes sobre la ética en la prescripción, el final de la vida y la confidencialidad, sin que en ningún caso hubiese ningún impedimento para publicar las conclusiones.

Respuesta de la conselleira

La conselleira de Sanidade, Rocío Mosquera, admitió que esta comisión es muy activa, con un alto nivel de discusión «y posturas maximalistas». Mosquera insiste en que «nos sentaremos y veremos cómo se puede resolver el conflicto». En cuanto a por qué no se autorizó la publicación del documento, sostiene que hay informes que se publican y otros que no. «La propia conselleira tiene un consello asesor y hay documentos que no salen a la luz, son para que yo tenga una visión más amplia y no se publican, y mucho menos tienen que estar refrendados por la consellería», dice.