Se la llevó Isolux Corsán
La obra para la construcción del archivo y la biblioteca de Ourense en el enclave histórico de San Francisco ha estado rodeada de polémica desde sus inicios. La actuación comenzó en el año 2003, cuando Nicolás no era más que un niño de nueve años, en la época de José María Aznar como presidente del Gobierno. La desafortunada ejecución de la primera concesionaria llevó al gobierno a rescindir el contrato en julio del 2008, cuando las obras llevaban ya casi tres años paralizadas y era el PSOE quien gobernaba en Madrid. El caso acabó en el juzgado y hasta que en abril del 2012 la Audiencia Nacional desestimó la reclamación de la anterior UTE los trabajos no quedaron definitivamente desbloqueados.
El segundo contrato público para acabar las obras, y que era el que tenía en su agenda el Pequeño Nicolás, se resolvió a mediados del 2013. Se presentaron hasta 39 empresas, pero solo 24 llegaron a la fase final. De ellas 23 coincidieron en dejar su oferta económica en 13,3 millones. La elección final, por tanto, se justificó en la oferta técnica siendo la de Corsan-Corviam Construcción S. A., del grupo Isolux Corsán la más valorada. A la contratación para acabar las obras del archivo y la biblioteca de Ourense se presentaron, bien individualmente o en una UTE, las firmas más importantes del sector de la construcción tanto de Galicia como de España. Las previsiones iniciales apuntan a que la obra se remate el próximo año.