Feijoo sostiene que los relevos en la Xunta garantizan su «estabilidade»

La Voz SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Álvaro Ballesteros

El presidente de la Xunta encarga al titular de Facenda que priorice la ejecución de fondos europeos, y al de Educación «o maior consenso nunha área moi sensible»

11 feb 2015 . Actualizado a las 15:26 h.

Los rectores, crispados por la reforma del sistema de grados, y la oposición, crecida tras la multitudinaria manifestación del domingo en Santiago contra la estrategia idiomática de la Xunta. En ese contexto de frentes abiertos tomó ayer posesión de su cargo en Santiago el nuevo conselleiro de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria, Román Rodríguez. Quizá por ello, el jefe del Ejecutivo autónomo no tardó cinco minutos en, incorporado ya al puesto, encomendarle una tarea ardua: recomponer relaciones, buscar el acuerdo.

«Román -expuso en público Alberto Núñez Feijoo- é de Lalín, do centro de Galicia. E, como persoa de centro, estou seguro de que logrará ser ecuánime na política cultural, na educativa e na lingüística. [...] Estou seguro de que a súa carreira política [no Parlamento] lle servirá para trasladar á Cámara dende o Goberno o maior consenso posible nunha área moi sensible».

Dijo eso el mandatario popular en un acto oficial en el que no solo se incorporó a su Gabinete Rodríguez, sino también el titular de Facenda, Valeriano Martínez. Igualmente, puso deberes a este último. Por ejemplo, actualizar y aprobar el plan estratégico de la economía de la comunidad para el sexenio 2015-2020, priorizar la gestión de los fondos europeos y «seguir orientando os recursos públicos cara a recuperación económica». Ya dirigiéndose a ambos, abundó: «Só vos pido unha cousa: traballo, dedicación e compromiso. Só así lograremos estar á altura do que os cidadáns esperan de nós e nos esixen».

El presidente justificó la selección de los dos para la mudanza en San Caetano esgrimiendo su «solvencia fóra de toda dúbida», amén de su preparación «contrastada». Su perfil, adujo, permite realizar una remodelación de gobierno «con total naturalidade», garantizando la continuidad en el fondo y la «estabilidade» en las formas, algo básico para el progreso, a su juicio.

Celebrada ante decenas de altos cargos, la ceremonia tuvo su sal de institucional y, además, su pimienta de electoral. Quiso ponérsela Feijoo, al explicar al auditorio por qué se ha desprendido de quienes hasta ahora comandaban Educación y Facenda: respectivamente, Jesús Vázquez, que en mayo luchará por la alcaldía de la capital de As Burgas, y Elena Muñoz, que competirá por la de la ciudad olívica. «Estaba, estou e estarei obrigado a poñer a disposición dos cidadáns as mellores opcións. E, no meu saber e entender, no caso de Vigo e Ourense, estas estaban dentro do meu Goberno. Era a miña obriga abrirlles as portas para que puxesen todas as súas capacidades ao servizo das súas cidades», sentenció ufano.

Involuntariamente, la anécdota del día la protagonizó el director xeral de Centros e Recursos Humanos de Educación, José Manuel Pinal, quien obligó a suspender los discursos un par de minutos al sufrir un desvanecimiento del que luego, según fuentes de la Administración, se repuso.

Los recién incorporados apuestan por la continuidad

Era lo que esperaba Feijoo de ellos y -parece- no lo van a defraudar. En sus breves discursos tras tomar posesión del cargo, los nuevos conselleiros dejaron intuir ayer que apostarán por la continuidad en las políticas de su competencia. El más explícito de ambos en el lanzamiento de ese mensaje fue el ya titular de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria. Tras exaltar el «magnífico e moi loable» trabajo realizado por su predecesor, Jesús Vázquez, Román Rodríguez advirtió: «Non partimos de cero, nin moito menos. Partimos dun proceso que está en marcha, duns valores e principios e dun modelo que nos últimos anos ten permitido mellorar os resultados educativos tanto en calidade como en equidade e pór a nosa cultura e a nosa lingua como cerne e sinal do noso ser colectivo».

Además, abogó por seguir cultivando la Galicia «aberta, plural, inclusiva e diversa» que hereda. El responsable de Facenda, por su parte, puso por las nubes la labor de su antecesora, «que colleu o relevo tamén dunha magnífica conselleira como era Marta [Fernández Currás] e nestes momento deixou o listón incluso máis alto». Valeriano Martínez prometió emplearse con «profesionalidade», «sempre servindo ao interese xeral», «coa honestidade por diante» y «coa transparencia que a sociedade demanda».

Los que salen

Una tarea «ilusionante»

El ya extitular de Educación, Jesús Vázquez, también se refirió en su discurso de ayer a la «ilusionante» carrera hacia las urnas que ahora emprende en Ourense. «O partido hónrame chamándome a asumir unha nobre tarefa. [...] Quero responder a esa confianza coa mesma dedicación coa que me volquei en corpo e alma durante este últimos seis anos na consellería», agregó. En el plano institucional, expresó su «agradecemento, recoñecemento e respecto» hacia la comunidad educativa «e todos os colectivos da riquísima cultura do país». «A carteira -afirmó sobre su sucesor- queda nas mellores mans».

«Quero recuperar Vigo»

La conselleira saliente de Facenda, Elena Muñoz, aprovechó el púlpito institucional del acto de ayer para lanzar mensajes en clave electoral. En una crítica implícita al que será su gran rival en los comicios del 24 de mayo, Abel Caballero, espetó: «Quero devolver a Vigo o que perdeu nos últimos anos, devolverlle o liderazgo en lugar do frentismo que lle impediu avanzar, devolverlle o protagonismo aos vigueses e traballar con eles para poñer a cidade no lugar que merece». Sus nuevos cometidos, prometió, los desempeñará con «entusiasmo e dedicación», así como con «transparencia e honestidade».