El excontable de la catedral y 5 policías declaran hoy en el juicio del Códice

El juicio del Códice Calixtino retoma hoy las sesiones en la sección compostelana de la Audiencia Provincial en la que será la cuarta jornada de las doce que está previsto que necesite el tribunal antes de que declare el caso visto para sentencia. El primero en comparecer en calidad de testigo será el representante legal de Casas Rústicas del Atlántico, una inmobiliaria de O Grove. Cabe recordar que el presunto ladrón del libro, Manuel Fernández Castiñeiras, compró al contado un apartamento en la playa de A Lanzada, concretamente en A Revolta, un lugar de Sanxenxo limítrofe con el vecino grovense. También ha trascendido en el juicio que el acusado llegó a solicitar información por un chalé en O Grove valorado en 500.000 euros. El fiscal empleará el testimonio para intentar apuntalar la acusación de blanqueo de capitales, una de las cuatro que hace contra Castiñeiras, por estimar que empleó ilícitamente el dinero que supuestamente robó de la catedral de Santiago. Los otros tres delitos por los que está acusado Castiñeiras son dos de robo con fuerza, del Códice y del dinero de la catedral, y uno contra la intimidad por los miles de documentos de canónigos del templo que aparecieron en los registros de sus propiedades. Por los cuatro se enfrenta a 15 años de prisión y una multa de 300.000 euros. También testifica hoy el representante legal de la tienda de la catedral. Su declaración deberá aclarar si Fernández Castiñeiras compró en este establecimiento, como él dijo, los facsímiles del Códice Calixtino que tenía en sus pisos y que halló la policía cuando los registró. El que fue contable de la catedral, Pedro Ceán Pose, también declara hoy como testigo y las partes intentarán que aclare un aspecto que hasta la fecha sigue indeterminado: ¿Cuándo se enteró la catedral de que le estaban robando grandes sumas de dinero y por qué no hizo nada? Además, por la sala de vistas pasarán hasta cinco agentes de la Policía Nacional que participaron en la investigación del robo del Códice. Dos de ellos declararán por videoconferencia. Uno desde la Comisaría de la Policía Judicial de Madrid y el otro desde la Escuela Judicial de Ávila. No serán los únicos agentes que deberán testificar en el juicio del Códice. En la sesión de mañana lo harán otros seis. Tras ellos también comparecerán los dos testigos que presenciaron el registro en el garaje de O Milladoiro (Ames) que Manuel Fernández Castiñeiras tenía alquilado y que utilizaba como trastero. Fue en él en el que apareció el Calixtino, envuelto en periódicos y bolsas de plástico y cubierto por unos sacos. Pese a todo ello, el acusado, que confesó el robo en una declaración previa, aseguró en el juicio a preguntas de su abogada -las únicas que respondió- que no había visto nunca el libro.

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