Más muertes en las carreteras gallegas

José Manuel Pan
josé manuel pan REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

El año 2014, con 112 fallecidos en accidentes de tráfico, rompe la tendencia de descenso continuado del número de víctimas mortales en la red viaria de Galicia

02 ene 2015 . Actualizado a las 11:12 h.

Un mal año para el tráfico en Galicia. Así pasará a la historia el 2014 después de que se haya roto la tendencia de descenso continuado, año tras año, del número de accidentes y de víctimas que se había iniciado tímidamente en 1998 y que empezó a consolidarse a partir del 2003 con bajadas significativas en la estadística de muertes de la carretera. A falta de confirmación oficial, en el 2014 en Galicia murieron 112 personas (fueron 98 en el 2013) en accidentes de tráfico ocurridos en vías interurbanas y dentro de las 24 horas siguientes al siniestro. Esos dos parámetros son los que se tienen en cuenta en un primer listado de víctimas mortales, que es el que se utiliza para comprobar de forma más inmediata la evolución de la accidentalidad en cada zona. Ese primer balance registra los accidentes en los que ha intervenido la Guardia Civil de Tráfico. Posteriormente se elabora otra estadística más completa en la que se incorporan las víctimas en vías urbanas y las de carretera sobrevenidas dentro de los 30 días posteriores al accidente.

Es pronto para determinar las causas de ese aumento en el número de fallecidos, pero lo cierto es que esos 14 muertos más que en el 2013 (el año con menos víctimas de la historia) han elevado la preocupación de los responsables de la seguridad vial en Galicia, que como primera medida han incrementado la vigilancia en las carreteras convencionales. Porque es en ese tipo de vías, de un solo carril por sentido y sin mediana de separación, donde se disparan los accidentes de tráfico mortales en Galicia. El 90 % de los fallecidos se concentran en la amplia red de carreteras convencionales existente en la comunidad, donde los excesos de velocidad y las distracciones son factores decisivos para que se produzca una salida de vía o un choque frontal, dos de los tipos de siniestros con consecuencias más graves. Y en Galicia se corre mucho al volante, como lo demuestra que sea una de las comunidades con mayor número de denuncias por excesos de velocidad, la mayoría detectados en esas carreteras convencionales en las que precisamente hay más riesgos por la existencia de poblaciones, intersecciones, furgonetas de reparto, camiones y peatones.

Por todos esos condicionantes, y también por la mayor movilidad ante la dispersión poblacional de Galicia, el porcentaje de accidentes mortales registrados en las carreteras convencionales es varios puntos más alto en Galicia que en otras comunidades españolas. En esas vías es donde el factor humano puede ser determinante para que se produzca un siniestro de tráfico, y por tanto en ellas la Guardia Civil de Tráfico intensifica los controles de velocidad y de alcoholemia y drogas.

En cualquier caso, la tendencia de descenso de víctimas de la carretera se ha roto, y no solo en Galicia. A la espera de los datos que ofrezca hoy el ministro del Interior en Madrid, todo indica que las cifras se han estancado en el conjunto de España. Por eso parece el momento apropiado para revisar las políticas de seguridad vial desarrolladas por los actuales responsables de la DGT. Los datos son reveladores de que algo ha fallado, como indican las duras críticas de las asociaciones de víctimas de accidentes de tráfico, que acusan al departamento de María Seguí de «dejadez», y le piden una mayor implicación porque creen que esa actitud es la culpable de ese cambio en la tendencia de descenso de los últimos años.

«Mejor con Pere Navarro»

El presidente de la asociación DIA, Francisco Canes, califica el 2014 como un año malo: «Tras años de descensos continuados, en el 2014 se van a repetir las cifras de siniestralidad, e incluso puede que estén por encima», como sucede en Galicia. Canes lamenta que no se haya mantenido lo que funcionaba bien: «Con Pere Navarro [director general de Tráfico en la etapa socialista] la seguridad vial interesaba, existía en la opinión pública y se debatía. Ahora ha desaparecido de la vida política».

Stop Accidentes también es crítica con la política actual de seguridad vial de la DGT. Su presidenta, Ana Novella, explica que la «tendencia al alza» del número de muertos demuestra que no hay bajar la guardia y defiende un pacto de Estado para que un cambio de Gobierno no debilite las políticas de seguridad vial y que las cifras de muertos de tráfico «parezcan una montaña rusa».

Coinciden las asociaciones de víctimas de tráfico al lamentar que el pasado año la única prioridad de la DGT pareciese la ampliación de la velocidad máxima a 130 kilómetros por hora. El presidente de DIA cree que «ese incremento no es necesario y puede generar cierta confusión entre los conductores». De hecho, el pasado verano Tráfico tuvo que advertir de que aún no se había aumentado el límite ante las dudas de muchos conductores. Esa modificación se haría cuando se reforme el Reglamento General de Circulación. «No es el momento de poner esa subida sobre la mesa. La velocidad, junto con las distracciones, provocan buena parte de los accidentes de tráfico, que nos están dejando en los dos últimos meses unos datos horribles», lamenta Canes. También Stop Accidentes pide que se retire esa propuesta.