Stradia, ligada a la operación Patos, logra un contrato por 1,1 millones
16 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.Solo dos meses después de ser detenido e imputado por tráfico de influencias, cohecho y falsedad documental, el empresario Enrique Alonso Pais le cambió el nombre a su empresa. Nacida en 1972, Eiriña era una empresa con un nombre contaminado públicamente por la corrupción. Era una de las firmas investigadas por la jueza Carmen García Campos dentro de la operación Patos. Por eso, Enrique Alonso Pais la rebautizó como Stradia Infraestructuras.
Uno de los primeros nuevos contratos públicos que logra esa empresa es la primera fase de la reforma del estadio municipal de Balaídos. El Concello de Vigo se lo adjudicó el viernes a la unión de empresas que Stradia forma con GPD Construcciones. Harán obras en la grada de Río por 1.136.016 euros. Será el inicio de la reforma integral del estadio en el que juega el Celta, valorada en unos 30 millones, de los que el club aportará en torno a nueve.
Aunque el imputado Alonso Pais cambió el nombre a Eiriña, Stradia es la misma empresa. El accionariado no varió. El empresario, padre de la concejala del PP vigués Alexia Alonso, sigue poseyendo el 100 % de las acciones de esa firma, a través de otra que se llama Enalvi. Es, además, el administrador único de ambas.
La junta de gobierno local aprobó el viernes la propuesta de adjudicar la obra a Stradia, que partió de la mesa de contratación. Se trata de un organismo en el que están representados los tres partidos políticos del Ayuntamiento, PP, PSOE y BNG, y que preside el concejal de Contratación, el socialista David Regades.
Regades fue uno de los protagonistas del día en el que, por primera vez, la policía judicial accedió al edificio del Concello de Vigo para requisar documentación de contratos que la jueza investiga por corrupción. La policía entró en el despacho de Regades, de quien dependen también las numerosas obras en calles, aunque el edil no está imputado. Del departamento que dirige este concejal, uno de los más próximos a Abel Caballero, depende también la obra del estadio.
La obra de reforma de Balaídos ha atraído a grandes empresas constructoras. Un total de quince se presentaron al concurso, entre ellas las principales del sector, como Acciona o Dragados. De hecho, la oferta de Stradia y GPD no fue la que obtuvo la mayor puntuación en los criterios técnicos que valoran los funcionarios. Pero sí ofreció un precio menor que muchas grandes empresas y, finalmente, se hizo con la adjudicación.
Los trabajos consistirán en reforzar los contrafuertes exteriores de la grada de Río, en sustituir la cubierta de esa zona y en otras actuaciones generales en el estadio. Tendrá cuatro meses para ejecutar los trabajos.
Mientras, la investigación judicial sigue su curso. La jueza Carmen García Campos ha acumulado documentación sobre adjudicaciones en el Concello de Vigo y en otras instituciones, sobre todo del sur de Galicia, como la Diputación de Pontevedra. El foco está en dos entramados empresariales. Uno es Cespa, la filial del gigante Ferrovial, que después de verse salpicada en este caso, y ante la investigación por cohecho, expulsó a su delegado en Galicia, imputado por la jueza. El otro entramado es el de Eiriña, ahora Stradia. La jueza investiga el supuesto amaño de contratos.
Esa firma es una de las grandes beneficiadas por las obras en las calles, conocidas en Vigo como humanizaciones, la política estrella del socialista Abel Caballero desde que está en la alcaldía. La Diputación de Pontevedra también le ha adjudicado numerosas obras, entre ellas las reformas de campos de fútbol. Además de su dueño, Enrique Alonso Pais, también fue imputado su director general, Jaime Alvariñas.
La titular del juzgado de instrucción número 7 de Vigo prevé citar a más testigos e imputados el próximo año. En vez de extender un reguero de imputaciones a lo largo de los meses, como ha ocurrido en las macrocausas de corrupción en Galicia, la magistrada prefiere aglutinar todas las imputaciones e interrogatorios el próximo año para tomar declaración a todos los posibles implicados.