Queda desierta la subasta de la finca de Oubiña en primera línea de playa

S. L. VILAGARCÍA / LA VOZ

GALICIA

MARTINA MISER

La propiedad, de 2.033 metros cuadrados, está situada a pie de playa en el lugar de Nanín, en Sanxenxo, y valorada en 491.722 euros

11 dic 2014 . Actualizado a las 09:07 h.

Uno de los lotes más valiosos de la subasta que se celebró ayer en Madrid de bienes decomisados a narcotraficantes no tuvo quien lo quisiera. Se trata de la finca de 2.033 metros cuadrados a pie de playa en el lugar de Nanín, en Sanxenxo, valorada en 491.722 euros y que fue confiscada a Laureano Oubiña. Según indicaron distintas fuentes, nadie pujó por ella en el hotel Wellington de Madrid, donde el Plan Nacional sobre Drogas sacó a licitación treinta lotes en los que figuraban también apartamentos, bajos comerciales y chalés en urbanizaciones de lujo. Buena parte de ellos, embargados en su día a narcos gallegos.

De Laureano Oubiña se quería subastar esta finca y la casona que la familia tiene en A Laxe (Vilagarcía) y que tiene un cartel de «Se vende», pero el inmueble se retiró a última hora por una deuda no satisfecha y problemas en su titularidad. Sí se subastó la finca en la que Oubiña quiso levantar un chalé de lujo, pero cuya incipiente estructura tuvo que derribar años después porque estaba afectada por la Ley de Costas. Al parecer, a nadie le interesó el solar, aunque puede que su elevada tasación tuviese que ver también con la ausencia de compradores.

A puerta cerrada

Del resultado de las demás pujas no se sabrá nada oficial hasta las próximas horas, porque en la tarde de ayer todavía se estaban estudiando las ofertas presentadas a una macrosubasta que se hizo casi a puerta cerrada dada la trascendencia que tuvo en los medios de comunicación por la fama de dos de los antiguos propietarios: el cambadés Laureano Oubiña, por una parte, y el barbanzano Antonio Pouso Rivas, Pelopincho, por otra.

A él y a sus testaferros le fueron embargados hace años buena parte de las propiedades que se subastaron y que están ubicadas en Valga, Pontecesures, Vilagarcía y otras localidades de la ría de Arousa y de otros puntos de Galicia. La familia, las mujeres, las amantes y los supuestos socios de Pelopincho a cuyo nombre figuraban las perdieron en el juicio celebrado en el año 2011 en la Audiencia de Pontevedra tras la operación Cormorán, una de las más productivas que se celebraron en torno a los beneficios del narcotráfico en la ría de Arousa.